REAL MADRID

Locura por el ‘9′ de Mbappé

Largas colas en la tienda, desde primera hora, para comprar una camiseta. “Estamos vendiendo más suyas que del resto de jugadores juntos”, dicen.

Santiago Bernabéu
PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

Es un no parar. Algo digno de estudio. El ‘terremoto Mbappé' empieza a ser una sacudida que asustaría al mismísimo Richter. Si hace cinco días la demanda de sus camisetas colapsaba la producción de Adidas (se avisaba de una demora en recibirla de hasta mes y medio), el asunto no apunta a menguar. Y menos en un día como hoy. Hasta las 10:00h no abría la tienda oficial del estadio, pero a las 9:00h ya había una enorme cola para hacerse con una de sus camisetas. La fiebre es absoluta. Difícil de explicar.

”¡Quién nos iba a decir que veríamos esto en directo!”, exclamaba un joven que ocupaba una de las primeras plazas en la espera. “¿Cuánto estás dispuesto a pagar?”, preguntamos. “Lo que sea”, zanja. Y sonríe nervioso. Todo por Mbappé. Es el resumen de un martes histórico que sólo acaba de empezar. Tal es el furor, que en el día de ayer la tienda de Gran Vía se ’remodeló’ hacia una tienda casi exclusiva de Kylian: el 90% de las perchas tenían camisetas suyas. Desde las baratas, que ya no lo son en absoluto, hasta las más caras (pueden superar los 200€ con parches de competición). Todas se están vendiendo.

Aficionados adquieren camisetas de Mbappé.AITOR MARTINDIARIO AS

”¡Parecemos Ferraris!”

¡Estamos vendiendo más camisetas de Mbappé que de todos los otros jugadores juntos!”, responden en la tienda, desbordados. “Estos días parecemos Ferraris, estamos doblando camisetas y metiendo en bolsas sin parar, desde hace muchos años que no vivía algo así, se ha reforzado la plantilla y todo, porque si no, nos desbordamos”, añaden. A las 9:50h, diez minutos antes de la apertura, la cola para entrar daba la vuelta al córner, así que el club optó por dividirla en dos, evitando el caos.

Funcionó. Pero a las 10:00h, centenares de personas ya entraban a la vez, aunque de manera ordenada, en las entrañas del estadio. Y se desataba todo. Jóvenes corriendo, más nerviosos; y adultos agarrando varias tallas, a veces desde la S a la L, para probarse y evitar que al volver, se hubiesen agotado. Una locura. Consecuencia de los problemas que ha dado la gigantesca demanda online: esa espera de más de un mes para recibirla a llevado a los aficionados a acudir físicamente, para asegurársela. El club contaba con ello y ha reforzado el número de camisetas en el estadio. Mucho, además.

Una aficionada compra una camiseta de Mbappé.PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

Amenaza a otros reinados

La realidad es que continúa el shock comercial con Mbappé. Un tsunami de ventas que amenaza seriamente reinados como los de Beckham o Cristiano Ronaldo. El Real Madrid se esperaba algo enorme, pero ni en sus mejores previsiones vaticinaba tanto. Adidas se esperaba algo enorme, pero ni en sus mejores previsiones vaticinaba tanto. Sintonía en el asombro. La palabra, hace unos días, era estar “alucinando”. Mbappé lo ha hecho hoy.

Miraba al estadio por la televisión antes de saltar al campo... y estaba emocionado”, reconocía en rueda de prensa. Su entorno replica, de puertas para adentro, lo que el jugador ha transmitido para fuera: se esperaban algo enorme, mayúsculo, pero nunca tanto como ha acabado siendo. Una bienvenida muy por encima de las expectativas. Verdaderamente emocionante. La familia ha transmitido su agradecimiento al club. Kylian ya está aquí. Ya ha firmado. Y sido presentado. Lo que no tiene fin son sus ventas: hay auténtico furor por hacerse con su camiseta. Suma y sigue un terremoto que sacude todo a su paso.

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