“Lo único bueno del derbi es que Chen sabe que tiene un problema”

Con la esperanza de que las matemáticas de la permanencia contradigan a las sensaciones de un descenso más que probable, los pequeños accionistas del Espanyol, agrupados en la APMAE, se han decidido a dar un paso al frente para exigir responsabilidades a la dirigencia del club y para cambiar drásticamente el proyecto. O, directamente, para generar uno. Porque “no hay modelo”, según denunció este martes en las Cotxeres de Sants, en Barcelona, la Associació de Petits i Mitjans Accionistes de l’Espanyol, que agrupa a más de 8.000 personas y a un simbólico 0,4 por ciento del capital social de la entidad perica.

“Debemos ayudar a Chen a cambiar. Si quiere vender, que diga públicamente qué quiere. Si quiere incorporar a un inversor, que diga qué condiciones quiere. Nuestros intereses son los mismos: nosotros queremos lo mejor para el Espanyol y Chen, recuperar su inversión”, sentenció Carles Bosch, presidente de la asociación, quien consideró que “lo único bueno del domingo en el derbi contra el Barcelona es que ahora Chen sabe que tiene un problema, porque lo que sucedió ha dado tristemente la vuelta al mundo”. Tan convencido está Bosch de la conveniencia de que entren nuevos accionistas en el club que desveló: “Inversores e intermediarios nos han sondeado”.

En esa línea, el presidente de la APMAE destacó que “el Espanyol ha perdido la esencia perica, por parte de sus gestores. La recuperación del club pasa por recobrar esa esencia, que es justo lo que un inversor compra”. “Disponemos de opciones jurídicas para tener más presencia en el Consejo, pediremos una Junta de Accionistas al acabar la temporada, aunque no tenemos el cinco por ciento para exigirla, y existen casos en el fútbol español, como el Málaga, que aun teniendo el 99 por ciento del capital cambiaron de propietarios”, advirtió Bosch.

Pasa la propuesta de los pequeños accionistas por “un giro de 180 grados en la gestión del Espanyol”, en palabras de David Andrés, vocal de la asociación, quien desgranó los puntos básicos del proyecto. Como la inclusión de consejeros independientes, la creación de comités de expertos y la mayor participación “de unos socios que muchas veces nos sentimos sólo clientes, como quien va a la ópera”. O la recuperación y ampliación de la masa social, ya que incluso las encuestas de la Generalitat señalan que 120.000 catalanes son pericos.

Otro de los ejes es la cantera, “que era fundamental, pero ya no lo es. El objetivo es que el 50 por ciento de jugadores del primer equipo sean canteranos. Los gestores deben ser personas de reconocido prestigio”. En ese sentido, “el Espanyol tiene muy poco patrimonio deportivo para vender”, lo cual le encamina año tras año a presentar pérdidas. Y, como no, con la permanencia todavía en juego.