Lluvia de goles del Pucela en Zorrilla tirando de efectividad

El Real Valladolid sonríe después de ganar un partido que, por momentos, se le puso muy cuesta arriba y con la sensación de ser inferior a un Celta que tuvo 10 minutos fabulosos tras el descanso, pero no pudo materializarlo en goles, mientras que los pucelanos brillaron en la última media hora para golear a los vigueses. De esta manera, los blanquivioletas superan a los celestes en la tabla.

Bajo una intensa lluvia, el Celta comenzó controlando el partido, presionando la salida pucelana que tenía una novedad muy llamativa. Y es que Pacheta apostó por meter a tres centrales para arropar al debutante Lucas Rosa en la banda derecha. Con estos mimbres ambos equipos llegaban bien al área contraria, pero les faltaba precisión. Fran Beltrán tuvo la primera ocasión tras una bonita jugada de Iago Aspas dentro del área. El balón se fue fuera. En la portería contraria, en la primera llegada de los blanquivioletas, los locales hicieron diana. En una falta lateralizada, Aguado le puso el balón a Roque Mesa que estaba en la frontal y el canario sacó un lanzamiento estupendo, que chocó en Hugo Mallo y entró en la portería. No le noqueó al equipo gallego el tanto. Cervi lo intentó desde lejos, antes de que los de Coudet empataran. En otra falta a favor del Valladolid y con Feddal cerrando, los pucelanos no lograron rematar y la contra lanzada por Cervi y Iago Aspas acabó en gol de Óscar, previa asistencia de Larsen con una contra preciosa.

La segunda parte es complicada de explicar. Sobre todo para los gallegos. El baño que le dieron a los blanquivioletas en los primeros 15 minutos fue de bandera. Sólo le faltó el gol. Porque Larsen remató ante Masip en buenas condiciones, pero el meta paró bien. Beltrán, Aspas y Cervi también probaron fortuna, pero sus tiros no fueron entre los tres palos, aunque la sensación era de dominio absoluto. Sin embargo, los celestes no fueron capaces de adelantarse en el marcador y los cambios pucelanos giraron el duelo. Roque Mesa probó a Marchesín, como Sergio León, justo antes de que Joaquín adelantara a los pucelanos, de nuevo, de cabeza a la salida de un córner. Increíble, pero cierto. No paró ahí el equipo de Pacheta que sentenció a la contra. Sergio León, en cinco minutos locos, remató de cabeza a gol el centro de Olaza y el delantero andaluz empezó su actuación. Marchesín le paró un penalti, pero en la jugada siguiente enlazó una preciosa jugada con Plano para anotar el segundo tanto de su cuenta. Con 4-1 el partido estaba sentenciado, pero entonces pasó algo muy inusual. Feddal cometió penalti sobre Larsen, chivado por el VAR, y Aspas lo lanzó. Masip lo detuvo y cuando el de Moaña repitió la pena máxima, el catalán volvió a detenerlo de manera brillante.