Llega el Clásico, mejora todo

El Real Madrid llega al Clásico y, como si de la primavera se tratase, florecen las buenas noticias y las sensaciones positivas en el jardín de Ancelotti. La eliminatoria de octavos de final de Champions ante el Liverpool ha puesto en evidencia cualidades del Madrid que ya se sabían, pero que por momentos parecieron evaporarse en su irregular paso por la Liga: capacidad de reacción tras el 2-0 en los primeros minutos en Anfield, desparpajo ofensivo para hacer hasta cinco goles en el estadio ‘red’, autocontrol para saber gestionar la ventaja en el Bernabéu, hambre para no conformarse con el 0-0... El Madrid se sube al Puente Aéreo en pleno proceso de mejora general cuando más lo necesita; cuando se juega sus pocas opciones de sacar billete para luchar por mantener la corona de la Liga.

Solvencia defensiva

El Madrid sigue lejos de ser un equipo perfecto en defensa, pero poco a poco va afinando la máquina. Ha dejado la portería a cero en dos de los tres últimos duelos, ante Betis y Liverpool, dos equipos de reconocido potencial ofensivo. Courtois tuvo un partido relativamente plácido, con cinco paradas y dos balones atajados; Alisson, su homólogo en el Liverpool, estuvo bastante más ocupado.

En la línea defensiva, son varias las alegrías. Empezando por Carvajal, que no estaba mostrando desde el regreso del Mundial (en el que se lesionó y jugó mermado) su mejor nivel y al que le ha costado empezar a alcanzarlo: ante el Liverpool se vio una versión exuberante del lateral, con mucho recorrido y llegada, apareciendo por momentos como improvisado delantero y ganando seis de sus siete duelos, pese a tener que vérselas con Darwin, Jota y Gakpo entrando constantemente por su lado.

En el centro de la zaga, lo de Militao no es ninguna sorpresa; pero sí lo de un Rüdiger que no estaba mostrando la versión que le hizo famoso en el Chelsea, pero que ante el Liverpool despejó muchas dudas. Empezó con un error de bulto que pudo costar un gol; luego estuvo impecable. Ganó todos sus duelos, estuvo aseado con balón (37 pases buenos de 40) y casi asiste a Vinicius para que marque; lo evitó un Alisson providencial.

Y en la izquierda, Nacho, lateral izquierdo de emergencia que está mejorando todo lo presente (y lo pasado). Con Mendy sin ritmo (ya ha entrado en una convocatoria, pero lleva casi dos meses sin jugar) y Alaba en la enfermería, el canterano ha tenido oportunidades continuadas y las ha aprovechado. Lo hizo en Anfield, donde suplió a Alaba con nota; y de nuevo en el Bernabéu, donde fue el jugador que entró en más duelos, 13, de los que ganó 7. Muchos antes un Salah que volvió a irse de vacío ante el Madrid. Ha sido titular en ocho de las últimas nueve jornadas de Liga y en la última se soltó del todo la melena en ataque dando su primera asistencia del curso, a Asensio tras jugadón personal.

El paso atrás (y adelante) de Camavinga

Camavinga fue otro de los destacados ante el Liverpool, tanto en Anfield como en el Bernabéu. El francés fue la sorpresa del once, elegido por Carletto antes que Tchouameni para que rindiese como pivote defensivo, acompañando a Modric y Kroos en la medular. Un paso atrás (originalmente, Camavinga llegó para hacer un rol de interior, al estilo de Modric) que en el fondo es uno adelante, si bien la competencia será dura; no en vano, el Madrid desembolsó 80 millones por Tchouameni pensando en él como un proyecto de futuro Casemiro. El siguiente paso de Ancelotti es acomodarlos a ambos.

En el resto de la medular, el partido de Kroos se comenta solo (5 recuperaciones, 62 pases buenos de 70, 5 duelos ganados de 6, un remate...) y el de Modric, tres cuartas partes de lo mismo. Ambos están en crecimiento evidente en las últimas semanas y serán titulares en el Camp Nou; está por ver si acompañados por Camavinga o por Tchouameni. El que seguro estará también es Valverde, el falso extremo que oxigena el medio del campo como si estuviese duplicado, que estuvo brillante con balón (38 pases buenos de 41) y sin él (5 recuperaciones y 4 duelos ganados de 8) y al que sólo le faltó el premio del gol: lo intentó cuatro veces, una de ellas en un mano a mano claro en el que se le hizo de noche. El tercer máximo goleador del equipo es vital en Barcelona: el equipo culé es su víctima favorita, con tres tantos anotados ante el eterno rival.

Bipartidismo en el ataque

En el ataque impera el bipartidimos: Benzema lleva 19 goles y Vinicius, otros 19. El brasileño firmó un partido intenso ante el Liverpool, aunque no tan inspitado como en la ida. Estuvo generoso con el francés, que aún no anda fino del todo, pero que al menos se llevó el premio del gol tras tanto insistir. Y lo hizo, a pase de Vinicius, su mejor socio desde el curso pasado.

Benzema terminó el partido con un golpe en la pierna aparatoso, pero sin consecuencias; estará en el Camp Nou, tras perderse la última jornada de Liga ante el Espanyol por unas molestias de tobillo. También estará Vinicius, con el reto de romper un maleficio que le viene persiguiendo: la presencia de Araújo. En los últimos Clásicos, Xavi le ha colocado como lateral derecho para secar al brasileño y la verdad es que es lo que ha sucedido. En el último encuentro de Copa fue aún más evidente: el Madrid no logró disparar entre palos, probablemente por la ausencia de implicación en las acciones de ataque de su jugador más desequilibrante del momento.