Las tareas de Valverde

Aunque Ernesto Valverde se encuentra disfrutando de unas merecidas vacaciones, lo cierto es que la maquinaria de la secretaría técnica del club, encabezada por Mikel González y Eneko Bóveda, sigue a pleno rendimiento, con hilo directo, lógicamente, con el entrenador para consensuar algunas decisiones que se han tomado y que se irán decretando estas semanas. En Lezama no se para. En este contexto, Valverde se plantará en julio con varias tareas de obligado cumplimiento en su tablero.

Empezando por el tema del cuarto central, con el favoritismo para atar a Unai Núñez tras corroborar su excelente rendimiento el curso pasado saliendo al corte de sus compañeros de línea. El pulso con el Celta acaba de comenzar partiendo por los 4 millones de tasación. Laporte parece una empresa imposible por su disparado caché. Siguiendo por aligerar la plantilla que se juntará con unos 32 jugadores en el arranque de la pretemporada. Continuando por cómo encajar la vuelta de los cedidos con contrato en vigor: Nico Serrano, Adu Ares, Unai Vencedor, Javier Martón y Hugo Rincón, que irá cedido a un Primera, una vez decidido no contar con Egiluz e Izeta al acabar contrato y no ejecutar sus cláusulas unilaterales para ampliar la vinculación de ambos.

Otro asunto versa en testar a Djaló para contemplar si lo mejor sería relanzarle con una cesión, o que compita con los Williams y Berenguer por los minutos necesarios. Lo mismo que ir comprobando si se avanza con los fichajes de Areso, por 12 millones a Osasuna, Robert Navarro gratis desde el RCD Mallorca, y alguna otra incorporación dentro de unos parámetros asumibles. El míster de Viandar de la Vera ya ha alertado que entrar en Champions son palabras mayores y el plantel necesita retoques de empaque. El asunto de la portería también será un quebradero de cabeza. Decretar entre Simón y Agirrezabala qué rol asumirá cada uno con la máxima competición continental como el premio más mayúsculo. El Celta ha entrado en escena interesado por el meta de Rentería, aunque el técnico no está por la labor de soltarlo.