Las sensaciones de Valles

Asoma por la ventana el fin de semana y con él la jornada liguera. En esta ocasión Osasunapisará el Gran Canaria con el recuerdo que dejó un partido de la primera vuelta en el que los amarillos puntuaron, con golazo de Moleiro, pero los navarros merecieron. Algo que tienen bien en cuenta en la plantilla amarilla. Ya que es imposible desagregar Osasuna en casa del ambiente de El Sadar. Es decir, separar la emulsión de intensidad de jugadores y grada.

En este sentido se manifestó Valles, este mediodía para exponer su parecer sobre el encuentro ante los rojillos. “Osasuna en su campo es bastante fuerte por la ayuda de la afición”, razonó el meta amarillo. “Aquí en nuestra casa será diferente, nuestro ambiente nos lleva a ser mucho más valiente y más preciso y ser un partido diferente en cuanto a nosotros”, adelantando los motivos por los que cree que pueda verse un encuentro más igualado en el dominio del partido. Una cuestión de sensaciones.

La salvación queda cerca. En el imaginario —no empírico y en absoluto acertado al cien por cien — la barrera de los cuarenta puntos se sitúa a cinco puntos. Pero ese sentimiento de proximidad no parece saciar el hambre. “Todos somos conscientes que queremos acabar la liga lo más alto posible y seguir sumando de tres en tres cada fin de semana”, afirmó Álvaro Valles. De conseguirlos esta semana, además, trae el premio de quedarse con el golaveraje particular ante un rival en ascenso.

Y es que ahí se jugará el partido, en las sensaciones, en el estado de ánimo. Los norteños ganando en tracción tras haberle costado arrancar, los isleños con ganas de reivindicarse tras las trompadas del Metropolitano. Un resultado que no parece variar el rumbo amarillo. “Ese mismo estilo nos da mucho más de lo que nos quita”, comentaba el meta. Algo que parece confirmarse con la progresión, el segundo menor tope salarial de la categoría establecido en la zona media de la liga. Al fin y al cabo, para Valles: “Son cosas que pasan, sabemos que con nuestro estilo de juego estamos expuestos a cierto tipo de errores que nos pueden penalizar mucho”. Ese que le mantenía como el portero del equipo menos goleado del año, hasta la pasada jornada.

Ese buen hacer suyo y de la defensa, “si no fuera por el de mis compañeros no sería posible mi temporada”, le gusta aclarar al portero en cuanto puede, ha llamado la atención de Luis de la Fuente. “No he tenido el placer de poder hablar con él pero me halaga y me enorgullece que el seleccionador hable bien de mí y me motiva para seguir trabajando y mejorando por si algún día se produce ya esa llamada”.

Pero no solo de la selección, los rumores surgen, como es normal a su alrededor. Su táctica, la de la tortuga. “Intento aislarme porque el halago continúo puede debilitar”, confesó. Y aunque resuena con fuerza su nombre no duda en afirmar: “No tengo la sensación de que sea mi último año de amarillo”. Aunque claro está, hablamos de fútbol. “Cuando acabe la liga me pondré en contacto con mi representante y decidiremos si ampliamos el contrato o ver qué pasa”, ya se verá.