REAL MADRID

Las razones por las que Raúl no ha acabado en el Villarreal

El ‘Siete’, aunque considerados atractivos el proyecto y la oportunidad, no veía claro abandonar el organigrama del Madrid. No pierde de vista el banquillo del primer equipo.

ALVARO RIVERODIARIO AS

Sonó Raúl, pero será Pacheta. Se fue Quique Setién y el Villarreal pensó, entre otros, en el Siete. Tocaron su puerta y el técnico del Castilla les escuchó, pues el Real Madrid le había dado luz verde y tenía el plan B (Arbeloa) para el Castilla preparado. La propuesta era atractiva, mucho: salto al fútbol profesional, a un plantel con talento y aspiraciones, en competición europea (debuta en Europa League el día 21 ante Panathinaikos) y con buena salud económica. De ahí que Raúl instalase el debate en su mente. Porque había pesas a ambos lados de la balanza y si las amarillas pesaban, las de color blanco lo hacen aún más. Raúl no lo vio del todo claro y así, sincero, se lo transmitió al Villarreal, que terminó sellando el vínculo con Pacheta. Decisión tomada por Fernando Roig Negueroles, como avanzó AS, este viernes por la tarde.

El paso final fue una charla entre la entidad groguet y los favoritos para suceder a Setién. En ella, se conversó acerca del proyecto, de los puntos de vista que tenían el club y el propio Raúl y ahí es donde el técnico del Castilla no se mostró convencido al 100%. No lo estaba. Como tampoco lo estuvo cuando el Leeds le tanteó en febrero y se llevó un “no” por respuesta. Y ello llevó a Pacheta a convertirse en favorito. Su lazo con el Real Madrid ata a Raúl, salir del organigrama del club no le seducía a estas alturas y disfruta mucho del trabajo de cantera y el desarrollo de sus chicos, explican a AS fuentes cercanas al técnico. Amén del factor primer equipo. Raúl es consciente que Ancelotti termina contrato en 2024 y que el banquillo blanco puede estar disponible a final de curso. Tampoco pierde de vista que a ojos de la plana mayor de la entidad no es el mejor colocado, ni que internamente Arbeloa tiene mucho peso para seguir subiendo plantas en el ascensor, pero confía en el crédito ganado con su labor en La Fábrica durante estos años y el innegable apoyo de la afición.

Raúl ha manejado con soltura vestuarios llenos de talento y futuras estrellas. Triunfó con el Cadete B donde se alistó en 2018, el Juvenil B, el A con el que ganó la Youth League (única conseguida por el Real Madrid) y con un Castilla donde acumula 139 partidos y ha paladeado el ansiado ascenso a la Segunda: un tanto de Juanto en el 115′ envió al Eldense a Segunda cuando Arribas celebró su penalti en el Elda como el de la victoria. A cinco minutos de la gloria, aunque orgulloso de haber logrado que sus principales valores (el propio Arribas, Rafa Marín y Dotor) hayan conseguido hueco en Primera División. Y esto justamente es otro condicionante. Ansía lograr que el Castilla se ponga el traje de la categoría de plata. Raúl, aunque haya perdido activos, quiere un intento más.

Para esta temporada tenemos mucha ilusión, porque a algunos de estos jugadores los tuve cuando comencé. Vamos a disfrutar y a sufrir mucho. Estamos contentos, porque esta temporada hay chicos que ya están en el fútbol profesional. El reto es que cuando termine este año, muchos también lo puedan hacer”, analizaba tras el estreno del Castilla ante el Melilla, explicando a la perfección esa ilusión por ser partícipe del crecimiento de los talentos de La Fábrica y el cambio de generación. De los Arribas, Rafa Marín y compañía a Nico Paz, Gonzalo o Manuel Ángel. Un Castilla aún más joven si cabe, pero que el Siete suspira por convertir en la guinda de su labor.

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