Las Palmas coge impulso para el verano del gran salto
El club de Pío XII se prepara para un verano en el que habrá nuevo entrenador y puede cambiar el “cincuenta por ciento” de la plantilla.
Desde 1803 no se ha visto que dos generaciones diferentes de cigarras, una con un ciclo de vida de 13 años y otra de 17 años, emerjan simultáneamente del subsuelo, trayendo miles de millones a la superficie. Aunque este fenómeno no es particularmente inusual en sí mismo, lo notable es que estas dos cohortes no habían coincidido en su aparición desde principios del siglo XIX.
No hay que ir tan atrás, pero este verano, además de estas dos generaciones de cigarras, va a coincidir por primera vez en la U.D. Las Palmas en mucho tiempo un cambio de entrenador y una sensible reestructuración, siempre y cuando se alcancen las estimaciones del presidente Miguel Ángel Ramírez quien en la previa del encuentro que enfrentó a Las Palmas contra el Alavés, sitúo en un “cincuenta por ciento” estos cambios.
La última vez que llegó un entrenador nuevo en verano a Las Palmas fue Manolo Jiménez en el primer año en Segunda tras el último descenso desde Primera. Aquel año David García, Dani y Javo Castellano, Momo y Tana fueron prácticamente las únicas caras que repetían curso. Aunque estaban los Benito o Fabio que venían de abajo. Nada que ver esta temporada con aquella de la primera gran deconstrucción para empezar a construir la base de la plantilla que acabaría ascendiendo a Primera División y manteniendo la categoría.
En esta ocasión el cambio se produce en Primera División, con el objetivo de la permanencia bajo el brazo y sin traumas por el cambio de guardia en el banquillo. Es por ello que se encuentra en el verano del gran salto, un acierto en las salidas y en las llegadas pueden sentar las bases de un equipo que desde estuvo diecinueve temporadas en Primera, desde la temporada 1964-65 hasta 1982-83, no ha sido capaz de alargar cuatro años su presencia en la élite. El tope estuvo entre los cursos 1985-86 y 1987-88 y el siguiente trienio de los campeonatos de 2015-16 y 2017-18.
Ahora afronta su segunda temporada en la máxima categoría con un nuevo cuerpo técnico y con la obligación de buscar un crecimiento de un equipo que exprimió y maximizó su rendimiento hasta febrero, revalorizando por el camino a muchas de sus figuras poniendo a algunas en la órbita de la selección, pero que en el último tramo tan solo fue capaz de obtener cinco de los últimos cuarenta y dos puntos en liza, los necesarios para alcanzar el objetivo de la permanencia.
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