Las “necesidades” del Espanyol

En su última comparecencia sosegada, sin el inevitable estrés post-partido, dejó caer Diego Martínez a modo de deseo lo que en realidad es una urgencia para el Espanyol. Que lo era, de hecho, ya a inicios del verano. Y que, por no cumplirse, anda entre otros motivos el equipo sumido en la zona baja, con solo 12 puntos después de las primeras 14 jornadas y a solo uno del abismo. De la zona de descenso. El entrenador avisó de lo que, de una vez por todas, debe fichar el área deportiva para cumplir con el objetivo de mínimos. La permanencia.

“Ojalá ahora podamos cubrir necesidades que ya teníamos en el mercado anterior, antes de la temporada. Porque en la segunda vuelta habrá más desgaste”. Es lo que advirtió Diego Martínez el pasado día 11, en la previa del estreno en la Copa del Rey ante el CD Rincón (0-3). Un anhelo que entronca con lo que venía expresando en público cuando quedaban pocos días para el cierre del mercado estival, concretamente el 27 de agosto: “Quedan cuatro o cinco incorporaciones por hacer”. Acabaron llegando dos, a saber, Álvaro Fernández para la portería y Martin Braithwaite en la delantera. Y, aunque sucedió ya fuera de la ventana de altas y bajas, acabó el Espanyol traspasando a Raúl de Tomás, al Rayo Vallecano, por ocho millones de euros fijos y tres variables.

La clave del incompleto mercado de verano, que fue la falta de recursos porque casi todo se supeditó a una venta mayor –y dentro de plazos– de RdT, se presenta ahora como la llave para abordar los refuerzos de invierno. Esta marcha dejó un margen de unos seis millones, el dinero que está ya manejando para este periodo el club, primero el área deportiva comandada por Domingo Catoira y en última instancia la dirección general de Mao Ye con el visto bueno del presidente, Chen Yansheng. Todo esto, obviamente, si antes no se materializa el proceso de venta del Espanyol que se sigue negociando.

Las demarcaciones a cubrir siguen siendo prácticamente las mismas que Diego Martínez creía que se iban a reforzar en verano, y que la competición ha situado no como convenientes sino ya directamente obligadas. Un central es la prioridad, siendo César Montes el elegido, a pesar de que no está cerrada su cesión con opción de compra desde el Monterrey; y menos ahora que está a punto de abrirse al universo en el escaparate de la Copa del Mundo, con México, que este martes debuta ante Polonia. Un extremo (dos, en realidad, sería lo ideal) es la gran carencia de esta descompensada plantilla. Y un mediocentro, si quedara remanente. Pero hay más.

Por mucho que en verano reclutara Catoira a dos guardametas, Benjamin Lecomte y Álvaro Fernández por orden cronológico y de partidos, la planificación ha quedado en tanta evidencia que no le cierra las puertas el Espanyol a otro portero más si las condiciones son ventajosas. Y, en ese sentido, han existido ya contactos con el entorno de Fernando Pacheco, nombre que desveló ‘La Grada’. Aunque el pacense está sin minutos con Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, el Almería lo firmó hace tres meses, por lo que no lo dejará salir fácilmente, ni que sea a préstamo, para reforzar a un rival directo.

Se da la paradoja de que la actual dirección deportiva desdeñó a Pacheco, cuando la pasada temporada quedaba libre del Alavés, y máxime cuando el predecesor de Catoira, Francisco Joaquín Pérez Rufete, lo había considerado como el candidato idóneo para la portería, pues además llegaba gratis, si finalmente no se renovaba a Diego López.

“Jodido pero contento” se mostró Diego Martínez al cierre de la ventana de fichajes de verano, cuando admitió abiertamente que “la foto final del mercado se aleja de lo que teníamos previsto como club, dirección deportiva y todo”. “Nuestra realidad es una plantilla que ha quedado lejos de completarse y compensarse como era lo óptimo”, remachó el pasado 3 de septiembre. Ahora, con el equipo lidiando por la permanencia, se abre una segunda oportunidad. De la que no se pueden esperar milagros. Pero que sí será definitiva para el sino del Espanyol.