Las dos velocidades de la ‘Next Generation’ de Espanyol y Barça

Es inevitable apuntar a las canteras cuando Espanyol y Barcelona se miden sobre el césped. Dos clubes acostumbrados a formar a sus propios jugadores, cada uno de ellos con su modelo, quienes compiten desde pequeños en los derbis hasta que solo la cúspide de la pirámide logra alcanzar el primer equipo. Si tradicionalmente el Espanyol ha sido famoso por darle más ventajas a los jóvenes, en los últimos años, fruto de inestabilidad deportiva perica, de su descenso a Segunda y de la ausencia de una dirección sólida y coherente, el Barça ejecuta a otra velocidad el trasvase de talentos del filial al equipo mayor.

Esta temporada, 12 jugadores que han pasado por el fútbol base del Espanyol (o al menos por el filial) han participado en la Liga y se mantienen en la plantilla. Hay consolidados desde hace muchos años como el capitán Sergi Darder, Javi Puado o Adrià Pedrosa, quien se marchará el 30 de junio al no renovar. Le sigue Nico Melamed, el último canterano que ha logrado asentarse después de debutar en 2019 y empezar a formar parte de la primera plantilla en 2020. Otros como Joan Garcia, tercer portero e inédito en la Liga este curso, esperan su oportunidad como los Rubén Sánchez, Simo Keddari, Omar El Hilali, Luca Koleosho, Roger Martínez, Dani Villahermosa o Nabil Touzai. Pol Lozano tuvo que marcharse en enero sin oportunidades.

Si el Espanyol solamente cuenta con cuatro jugadores (Darder, Pedrosa, Puado o Melamed) con una cierta experiencia en Primera, el Barça podría llegar a multiplicar el número con futbolistas como Ronald Araujo, Ansu Fati, Sergio Busquets, Pablo Gaviria (Gavi), Sergi Roberto o Eric García, mientras que otros jóvenes talentos como Alejandro Balde empiezaron a asomar con fuerza e incluso ya han disputado un Mundial. El Barça ha contado con hasta 14 jugadores este curso que han pasado por su filial. Hay que sumar a Iñaki Peña, Arnau Tenas (ambos no han participado en la Liga), Lamine Yamal, Pablo Torre, Aleix Garrido, Chadi Riad y Ángel Alarcón.

Los jugadores procedentes del filial acumulan 817 encuentros con el Barça mientras que los del Espanyol 568, con Busquets y Darder como los aglutinadores de una buena parte de esos números. Mientras el Barça ha echado mano a su filial en los momentos de pocos recursos económicos, al Espanyol le está costando dar ese paso, ya que ninguno de los últimos entrenadores ha confiado en la base. Hay contrastes como los de Gavi y Roger Martínez, ambos del 2004 y compañeros anteriormente en las inferiores de España, cuyos caminos van a ritmos distintos, o los de Koeosho o Simo, aún jóvenes pero en la agenda de grandes clubes a la espera de lucir ese potencial en la máxima categoría. Lamile Yamal debutó con 15 años en el Barcelona, como en su día Ansu Fati lo había hecho con 16. En el Espanyol, de momento, se lo toman con paciencia.