Larsen: “De Galicia, conocía el derbi y que hubo muchos narcos”
El noruego concede a AS su primera entrevista desde que llegó a España. Habla de su impacto en la Liga y se deshace en elogios a Haaland, Robben y Aspas.
El delantero del Celta se desnuda por primera vez ante un medio español. Jorgen Strand Larsen (Halden, 2000) repasa su trayectoria deportiva desde la infancia.
¿Cómo está siendo su adaptación?
Estoy teniendo un buen comienzo. Me gusta España por el tiempo y por el fútbol, así que está siendo todo extraordinario. Esto no es como Noruega, que hace mucho frío, aquí se está mejor. Tuve un buen primer mes, con buenos compañeros, y ahora afrontamos los próximos meses.
¿Cuál ha sido su primera impresión sobre la ciudad, el club y los compañeros?
El club y los compañeros son muy profesionales. Jugaba en Holanda, en el Groningen, que también es fútbol profesional, pero no al mismo nivel. Es un gran paso para mí. En cuanto a la ciudad, es muy bonita, me gusta y la comida es muy buena, me encanta el marisco gallego. El otro día probé el pulpo en Baiona y es increíble. No lo había probado hasta ahora, sólo una vez frito en Croacia, pero no tiene nada que ver. Los comienzos siempre son difíciles, pero tengo que aprender el idioma y la cultura para seguir integrándome. Vivo a las afueras de Vigo, en la zona de la playa de Patos y es muy tranquila, no hay mucha gente y eso me gusta.
La gente dice que es muy bromista. ¿Cómo es capaz de gastar bromas sin hablar nada de español?
No sé quién dijo que era bromista, pero sí soy un chico divertido, me gusta hablar mucho, pasarlo bien y hacer algunas bromas. Quiero ser un chico feliz, abrirme a la gente para que hable conmigo. Obviamente, no he hecho ninguna broma en español, pero lo he intentado en inglés y a veces las hago a través de gestos con las manos. Por ejemplo, ahora estaba bromeando con Hugo Mallo y él no tiene ni idea de inglés ni yo de español. Él y Aspas son muy bromistas. Todo el vestuario es muy agradable y puedo bromear con todos, pero al mismo tiempo también puedo tener conversaciones serias con todos. Me gusta mucho este equipo. Estoy realmente impresionado por cómo me han acogido.
Desde fuera, su carácter parece más latino que noruego.
Puede ser. Jugué un año en Milán y me ha quedado un poco del carácter italiano. Soy un jugador que le gusta mostrarse en el campo y conectar con la grada. Me gusta tener el balón, recibir una falta y dirigirme al público. No soy el típico noruego tímido, callado, frío... Yo soy todo lo contrario.
¿Conocía algo de Galicia antes de llegar?
Sólo conocía el derbi gallego entre Celta y Depor y sabía que el Celta era un buen equipo y que el Deportivo estaba en tercera división. Eso y que anteriormente hubo mucho narcotráfico porque lo vi en un documental en Holanda. Cuando vine me dijeron que había buen marisco y a mí me encanta, así que es perfecto. No sabía que había un idioma propio, me han dicho que el gallego es una mezcla de español y portugués, así que puede ser más difícil, pero intentaré aprender español y gallego. La próxima semana empiezo las clases de español y en unos años espero aprender gallego. Tampoco sabía que el tiempo era diferente aquí. Hace calor, pero también llueve mucho y no todos los días son soleados. Pero yo soy de Noruega, donde hace mucho frío, y vengo de Holanda, donde el clima es horrible, así que estoy feliz aquí, ya me conformo con unos pocos días de sol.
¿Es cierto que lloraba de niño cuando perdía un partido?
Sí, siempre. Empecé a jugar al fútbol con cuatro años y hasta los diez siempre lloraba cuando perdía. Nosotros ganábamos muchos partidos y yo marcaba muchos goles, pero odiaba perder. Me enfadaba mucho, me sentaba en el campo y me ponía a llorar. Hacía cosas muy estúpidas. Además, mi padre era el entrenador y me mandaba castigado para la habitación por llorar en los partidos. Sigo odiando perder, pero ahora ya no lloro.
¿Cómo es tener a su padre de entrenador?
Fue bueno, pero también difícil. Yo era uno de los mejores jugadores, así que él necesitaba ponerme, pero a veces yo le decía que no le escuchaba y él me sacaba del campo y me recordaba que era mi padre y bla, bla, bla. A los once años dejó de entrenarme y creo que fue importante. Tenemos muy buena relación, aún vino la semana pasada a ver el partido contra el Betis. Le gusta mucho el fútbol y le encanta verme jugar. Se ve todos los partidos y me llama para comentarlos. Él fue delantero en el equipo de mi ciudad y llegó a jugar en la tercera división de Noruega. Marcaba muchos goles, así que hablamos sobre las cosas que tiene que hacer un delantero. Me dice cuando lo hago bien, cuando lo puedo hacer mejor o cuando lo hago mal. Es bueno tener a alguien con quien hablar todo eso.
¿Cómo fue su infancia?
Crecí con mis padres juntos, pero ellos se separaron cuando yo tenía nueve años. Fue algo terrible para mí, estaba muy triste. Tengo dos hermanas pequeñas y para ellas fue un poco más difícil, pero puedo decir que tuve una buena infancia. Era un chico normal que fue al colegio y acabó sus estudios, pero sobre todo jugaba al fútbol todos los días.
¿Le afectó mucho la separación de sus padres?
Al final todo fue bien. Estaba feliz porque tenía dos casas y me daban las cosas que me gustaban. Ahora hablando en serio, creo que fue lo mejor. Mi padre y mi madre son más felices ahora que cuando estaban juntos.
¿Practicó otros deportes además del fútbol?
Jugué a hockey sobre hielo, al golf y al tenis desde los seis años, pero a los once tuve que tomar una decisión y me decanté por el fútbol. Era mejor en fútbol que en los otros deportes, pero sobre todo influyó la sensación que siento cuando marco un gol, eso no se puede comparar con nada. Desde pequeño me gustaba marcar goles, tenía que ser delantero.
¿Aprendió algo en otros deportes para poner en práctica en el fútbol?
El hockey sobre hielo es fuerza y contacto, lo que me sirvió para hacerme fuerte en el cuerpo a cuerpo y aguantar las entradas. Del golf aprendí la calma y la concentración. Creo que es muy importante que los niños practiquen muchos deportes porque pueden aprender muchas cosas de cada uno para usarlas después.
Siendo ya adolescente coincide con Haaland. ¿Qué recuerda de esa etapa?
Jugamos dos años juntos, desde la Sub-17 hasta la Sub-19 en la selección nacional. Jugábamos un 4-4-2 con Haaland y yo como delanteros. El juego era balón largo, recibir, jugar uno con el otro y marcar. Nos hinchamos a marcar goles. Él debió marcar el 60% de los goles y yo, el 40%. Él era muy bueno, pero no tanto como ahora. Físicamente era como yo, los dos medimos 1,94 y pesábamos 78 kilos, éramos muy flacos. Tuvimos que desarrollar nuestro cuerpo para ser más rápidos y más fuertes. Él era un jugador más para correr rápido al espacio y yo era más de aguantar el balón y asistir, así que la combinación entre los dos era muy buena. Muchas veces me llegaba el balón, me giraba y se la daba para que marcara.
¿Mantenían esa buena relación fuera del campo?
Los últimos años no hablamos mucho porque ahora es una súper estrella. Pero él es muy humano, muy tranquilo, no tiene aires de grandeza. En el último partido de la selección lo vi por primera vez después de tres años y hablamos mucho de los viejos tiempos, de lo bien que lo pasábamos y las bromas que hacíamos. Él es muy bromista también, es muy divertido. Es un chico increíble y tengo mucho que aprender de él sobre cómo marcar goles y los movimientos. Es muy afortunado de jugar en el Manchester City, pero se lo merece.
El ídolo de Haaland era Michu, exjugador del Celta. ¿Quién era su ídolo?
Sabía que su ídolo era Michu, pero no sabía que había jugado en el Celta. Cuando era pequeño me gustaba Ibrahimovic, pero después mi ídolo número uno fue Fernando Torres. Yo era un poco aficionado del Liverpool, ahí conocí a Iago Aspas, aunque no lo pude ver mucho porque no jugaba demasiado, pero viéndolo entrenar es una locura. Su facilidad para marcar goles no es normal.
¿Cree que Haaland puede ser uno de los mejores delanteros de la historia?
Sí, totalmente. Ahora todavía no, pero si mantiene este nivel, en dos o tres años estará entre los mejores. Hay muchos grandes nueves en la historia que no se pueden olvidar, pero él puede estar en ese elenco dentro de unos años.
Hay mucho ruido en torno a Haaland y el Real Madrid. ¿Le ve jugando en España?
Hay un documental noruego sobre Haaland en el que su padre dice que estará tres o cuatro años en un club, así que quizás después del City. Si yo fuera él, sería muy difícil decirle que no al fútbol español. Creo que si gana la Premier y la Champions con el City en tres o cuatro años, después irá al Real Madrid.
Usted se fue a Italia siendo menor de edad para jugar en la cantera del Milan. ¿Cómo fue el cambio?
Tenía 17 años, vivía solo, sin mis padres ni mi familia, rodeado de italianos que no hablaban inglés. Tú hablas más inglés que toda la gente de Milan junta, es una locura. Los primeros seis meses fueron muy difíciles, pero luego yo aprendí el idioma y mi fútbol también mejoró.
¿Qué aprendió del fútbol y de la vida en Italia?
Aprendí muchas cosas sobre su cultura futbolística, como ser inteligente para tirarte al suelo cuando alguien te toca la cara... Es algo parecido aquí, así que eso fue bueno para mí. También aprendí que a veces es bueno pasar por malos momentos. Pasé seis meses realmente duros porque echaba de menos a mi familia y a mis amigos, apenas jugaba y cuando lo hacía no jugaba bien, vivía en un apartamento asqueroso... Pero aprendí que es bueno no estar bien para trabajar duro e intentar ser positivo. Eso lo puedo usar en la vida cuando hay problemas o suceden cosas que te hacen caer. Fue muy importante para mí esa etapa en Milán
Luego se va al Groningen y coincide con Arjen Robben. ¿Qué consejos le dio?
Sólo jugó cuatro o cinco partidos esa temporada porque estaba siempre lesionado. Aspas es veterano, pero Robben tenía ya 38 años. Es muy parecido a Aspas, es un chico muy fácil y es bromista, pero en el campo es muy serio y trata de ayudarte, no se comporta como una súper estrella que tienes que jugar para él. Robben me enseñó muchísimo sobre cómo moverme en el campo. Es una pena que estuviera tanto tiempo lesionado.
Y este verano ficha por el Celta. ¿Cómo fue la espera hasta la firma?
Tuve interés de otros equipos durante mucho tiempo, pero cuando el Celta me llama a cuatro días del cierre de mercado, le dije a mi agente y a mi familia que eso era lo que quería. Es un buen club, una buena ciudad, una buena liga... Le pedí a mi agente por favor que lo cerrara. El problema no fue el Celta ni fui yo, fue que el Groningen no quería venderme. El Celta hizo una muy buena oferta y ellos seguían diciendo que no. Aquello me enfadó mucho porque yo quería mejorar. Allí ya había tocado techo, no podía progresar más. Quería venir al Celta para seguir creciendo. Me puse muy contento cuando por fin vi los papeles. Hice todo el camino desde Oporto a Vigo con una sonrisa de oreja a oreja.
El Middlesbrough estuvo cerca de ficharle. ¿Por qué rechazó la oferta inglesa?
Fue una mezcla de todo. Ellos no hicieron el esfuerzo suficiente, pero además yo estaba asustado por la cultura inglesa. Allí hay mucho balón largo, muchas entradas y este tipo de cosas. Y sí, yo soy agresivo y puedo controlar los balones largos, pero me gusta más el fútbol español o italiano. Siempre dije que quería probar primero en estos países y en el futuro quizás pueda probar en Inglaterra. Cuando el Celta me llamó, no me lo pensé.
¿Cuándo habló con Luís Campos por primera vez?
Me llamó cuatro o cinco días antes del cierre de mercado. No hablé mucho con él, pero es un señor increíble. Me dijo que llevaban tiempo siguiéndome y que encajaba perfecto en su proyecto. Te pone muy feliz cuando una persona con tanto nombre en el fútbol conoce lo que estás haciendo. Cuando firmé me dijo que lo hiciera fácil, que fuera yo mismo y que trabajara duro y que así el éxito acabaría llegando.
Ha tenido un impacto inmediato en la Liga. ¿Se lo esperaba?
Creo que contra el Cádiz mostré todo el nivel que puedo alcanzar. Por supuesto, tengo muchas cosas que aprender. Creo que lo único que me falta es el gol. Ya di una buena asistencia e hice tres o cuatro partidos buenos, manteniendo bien la pelota, asociándome con los compañeros... Lo único que me falta es el gol, pero llegará.
¿Piensa mucho en ese primer gol?
No. Lo más importante es el equipo. El orden es primero que el equipo gane, segundo que yo juegue bien y tercero que marque goles. En el Groningen no marqué ningún gol en los seis primeros partidos y después marqué diez goles seguidos y acabé como máximo goleador con 15 goles.
Ahora visitan el Camp Nou. ¿Es un sueño para usted?
Estuve allí de niño viendo un Barça-Betis en 2013 con mi familia. Es una locura de estadio. Es un gran sueño jugar allí. No puedo entender cómo es posible, pero mi objetivo es hacer un gran partido contra el Barça.
¿Era más del Barça o del Madrid?
Cuando era niño me gustaba más el Barça porque me encantaba Messi, me encantaba Xavi y todos esos jugadores. Ahora no me importa uno u otro, pero jugar en el Camp Nou es grandioso. Creo que es más genial jugar en el Camp Nou que en el Bernabéu.
¿Qué opina de Lewandowski?
Es un gran delantero, capaz de marcar en cualquier liga. Sus números en el Bayern son una locura y ahora en el Barça también son muy buenos. Puedo aprender mucho de él también. Será bonito jugar contra él.
¿Y cuál es su impresión sobre Aspas?
Iago es top en todos los sentidos. Es un chico increíble y un increíble jugador. No es la típica súper estrella que no te habla o no te pasa el balón, él siempre trata de ayudarme. Si yo no entiendo algo en el entrenamiento, viene y me dice lo que tengo que hacer. Tenemos una gran relación. Me encanta jugar con él y me fijo en todo lo que hace en los entrenamientos porque su nivel es impresionante.
¿Entiende que no vaya con la Selección?
Lo estuve pensando y no lo entiendo. No veo otro delantero en España que sea mejor que él. Yo creo que Aspas es mejor que Morata, por ejemplo. Morata es más joven, pero eso no importa nada, lo que importa es que marques goles. Da igual que tengas 35 años o tengas 20, si tú marcas goles y haces tu trabajo, eso es lo que cuenta. Espero que vaya al Mundial porque se lo merece.
¿Cuál es el objetivo del equipo?
El objetivo es acabar lo más arriba posible. Fue importante ganar el último partido porque ahora jugamos contra el Barcelona y la Real Sociedad. Son dos partidos muy difíciles y tenemos que ser pacientes. Luego tendremos partidos en los que podremos llevar la iniciativa. Buscamos alcanzar lo mejor y lo mejor para el Celta es jugar en Europa, ya sea este año o el que viene. Este equipo es joven y tiene calidad suficiente para alcanzar ese reto.