LaLiga, en la que más duran los partidos y menos se juega

“Estamos haciendo el ridículo”, afirmó Xavi Hernández tras empatar contra el Getafe. Detrás de esa frase está uno de los grandes debates actuales en el fútbol: implantar o no el reloj parado en los partidos para aumentar el tiempo efectivo de juego. En el Coliseum apenas se disputaron 60 minutos y 49 segundos de los casi 116 minutos que duró el encuentro. De ahí la protesta del técnico azulgrana. Pese a ser un mal endémico en el fútbol europeo, se nota especialmente en España. La solución que da el arbitraje es la de aumentar los añadidos al final de cada parte.

Una temporada más, LaLiga arranca a la cola de las competiciones con más tiempo real de juego. En España el promedio está en unos escasos 54 minutos, por detrás de los 58′ 42′' de la Premier y 58′ 36′' de la Ligue 1. Aunque la competición española está la última, el problema es general para todos los países. El balón está parado más de un tercio del tiempo de lo que dura un partido. De ahí que IFAB, el organismo que rige las reglas del fútbol, apueste por buscar soluciones. Por ahora, pese a que cada vez surgen más voces como la de Xavi Hernández, rehúyen de la opción de implantar jugar a reloj parado. Es decir, cada vez que se interrumpa un partido (goles, cambios, saques de banda, portería, faltas…), el contador debería detenerse hasta que el balón vuelva a rodar. La alternativa que ha dado IFAB, ya probada en el Mundial de Qatar y varias ligas, es la de ampliar cada vez más los añadidos en cada tiempo. Lo que ha llevado a ver prolongaciones de hasta diez minutos las primeras partes y de quince en las segundas. Es más, en LaLiga este año se va a añadir un minuto extra por cada gol, ya que se estima que es la media de tiempo perdido en cada celebración.

Pese a que no hubo goles, el Getafe-Barcelona se convirtió en el partido más largo (116 minutos) desde la temporada 2007-08, según datos de Opta. Aunque la mayoría de los duelos de esta primera jornada han superado los 100 minutos a excepción del Athletic-Real Madrid (98′ 46′') y el Celta-Osasuna (98′ 22′'). El partido del Coliseum y su tiempo efectivo acaparó todas las miradas por las explosivas declaraciones de Xavi, pero ni de lejos fue en el que menos se jugó. Al contrario, fue el segundo con mayor juego efectivo (60′ 49′'), solo superado por el Athletic-Real Madrid (62′ 30′'). Y si se compara con los partidos de la temporada pasada, el Barcelona disputó menos tiempo real en 32 de las 38 jornadas.

El partido con menos tiempo efectivo en la primera jornada fue el Cádiz-Alavés. Un duelo que deja una cifra preocupante: no hubo de tiempo efectivo (44′ 54′') ni lo que dura una parte... Y eso que ese mismo partido fue el cuarto con mayor duración de la jornada (105:01). Esto pone en entredicho que surta efecto lo de subir más minutos para jugar más, ya que los equipos con un estilo de juego de interrumpir constantemente el partido también lo hacen en las prolongaciones. Y en ese tiempo extra no solo se castiga a los que quieren perder el tiempo, sino también a los que quieren jugar, ya que la fatiga y el riesgo de lesiones va en aumento. El Sevilla-Valencia es otro ejemplo: segundo partido más largo de la primera jornada (106′ 03′') y el segundo con menos juego real (46′ 23′').

Respecto a los extensos añadidos, también son habituales en las otras competiciones. En la Premier, seis partidos superaron la barrera de los 100 minutos y en la Ligue 1, ocho de los nueve. El Clemont-Mónaco llegó a los 110′. Pese a que los añadidos son más o menos parejos, el tiempo efectivo es superior en las otras ligas. Aunque es cierto que LaLiga en los últimos años cuenta con una tendencia alcista: frente a los 54′ en el inicio de esta temporada están los 53′ 36′' de la pasada, los 53′ 21′' en la 21-22, los 53′ 05′' en la 20-21 y los 51′ 59′' en la 19-20. Dos minutos más de juego efectivo que hace cuatro campañas. Aunque se siguen antojando escasos porque LaLiga es la que más minutos se juegan (casi 104′ de media).

¿La única solución?

¿El tiempo añadido es la única solución? Se prolonga más minutos con el objetivo de recuperar el tiempo perdido, pero Xavi apuntó al estilo arbitral: “El árbitro es el que lo permite, no hay otra. Pienso que están permitiendo demasiado. Si es lo que vendemos desde LaLiga, vamos mal. No estamos vendiendo un buen producto”. Y añadió sobre el estilo de juego del rival: “Ellos estaban cómodos con el 0-0, las pérdidas de tiempo y las interrupciones. Es su forma de competir”. Y ahí entra el debate de cómo puede actuar un árbitro ante un equipo que juega al límite del reglamento. ¿Se debe sancionar más a los jugadores? ¿Se deben pitar más faltas?

Los colegiados siempre han argumentado la dificultad de saber cuándo los jugadores fingen y pierden el tiempo, al igual que recuerdan las quejas de los equipos cuando sacan muchas rojas para castigar el juego brusco grave y las protestas. LaLiga es la que más faltas se pitan (306) y más tarjetas se sacan (48 amarillas y 4 rojas). En la Premier se han dado 42 amonestaciones y 1 rojas por 233 faltas; mientras que en Francia se mostraron 31 amarillas y una roja de las 194 entradas. Los árbitros deberán seguir trabajando para aumentar el tiempo real, pero también estará ligado al estilo de juego y la aportación de los equipos.