LALIGA

LaLiga aprieta en el pulso por la nueva Ley del Deporte

Los partidos televisados reclamaban una redacción que favorezca a todos los clubes y no solo a dos. El jueves hubo reunión con el PP para acercar posturas.

Luis MillánEFE

El fútbol español vive sus días más agitados. Hay un pulso por la redacción de la nueva Ley del Deporte. LaLiga pactó con PP y PSOE unas enmiendas que dichos partidos políticos retiraron en el último momento por unas presiones que denuncian los propios clubes. Ahora, el 95% de los equipos que conforman la Primera y Segunda División manifiestan que su estabilidad financiera corre peligro y se podrían venir abajo planes estratégicos como el firmado con CVC a 50 años. Ante esta situación, la patronal ha decidido alertar de esta situación públicamente y durante los partidos, para que la sociedad española sea consciente de la situación. Primero, durante la jornada intersemanal, con las declaraciones de presidentes o consejeros delegados de los equipos en los canales de televisión. Ahora, desde este sábado, todos los partidos llevan una mosca y el hashtags en la que se puede leer “Ley del Deporte para todos”.

El pulso por la Ley del Deporte continúa y LaLiga no lo da por perdido. El jueves se reunió con el PP, como habían reclamado. Pero a diferencia de la cumbre con el Gobierno, que fue entre pesos pesados, este último fue más de segundas espadas. El Ejecutivo se reunió el lunes con la presencia de Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, además de José Manuel Franco, presidente del CSD, ante 14 clubes de Primera y Segunda División, arropados por Javier Tebas y Víctor Martín, presidente y jefe de presidencia de LaLiga. Ahora bien, en la cumbre con el Partido Popular no apareció Feijóo, a quien acusan de haberse reunido con el presidente del Real Madrid y tras ello retirar las enmiendas. Sí que acudieron Carlos Rojas (Secretario General del Grupo Parlamentario) y Marta González (diputada por La Coruña). Por parte de los clubes, estuvieron David Espinar (alto directivo del Valladolid) y J. M. Muñoz (administrador judicial del Málaga), arropados Víctor Martín.

Esta semana va a ser clave. Los clubes esperan que PP o PSOE (a los que dan a ambos por perdidos) den la sorpresa y acceda a recuperar alguna de las enmiendas que reclaman. Si el martes, cuando se reúne la comisión que lleva dicho proyecto de Ley, no hay cambios, la intención de los clubes es parar la competición. Irán con todas para preservar un ecosistema que han construido en los últimos diez años y que ven en peligro. Aunque para ello se tenga que aprobar un cierre patronal, aunque no les termine de convencer. Pero es la única solución que ven.

Fernández de Trocóniz, presidente del Alavés, habló en Carrusel sobre la Ley del Deporte: “Nosotros queremos que el modelo que ahora tiene LaLiga lo siga teniendo. El nuevo proyecto siembra dudas jurídicas y pone en duda cualquier proyecto de crecimiento de LaLiga. Pedimos que si hay un modelo que funciona, no se cambie. Firmamos la operación de CVC para el crecimiento de los clubes y ese proyecto quedaría en solfa. La huelga es un tema que se va a tratar en la asamblea del jueves pero espero no llegar a esta decisión, que haya cordura”.

Pepe Castro, en los micrófonos de Movistar TV, fue tajante sobre la Superliga y la situación de la nueva Ley: “La posición es la misma que la de 39 clubes. Estamos al lado de una ley que no interponga problemas a la creación de negocio. Tenemos una liga potente, de las más de Europa, y no se puede poner trabas a seguir creciendo. Se han hecho muchas cosas que la Ley del Deporte tiene que ayudar a crecer, no al contrario. Hay frases concretas que deben cambiar para que todos los clubes tengan las mismas oportunidades. Sobre todo que sea la meritocracia aquella la que sea capaz de conseguir resultados deportivos tanto en España como en Europa”.

Las claves del conflicto

Leyes contra la Superliga. Una de las principales pretensiones de Javier Tebas y de los clubes españoles era tener el respaldo del Gobierno y de lo partidos políticos para proteger a LaLiga de la posible puesta en marcha de la Superliga. Aseguran que solicitaban medidas similares a las pactadas entre la Premier y el gobierno británico. La intención era establecer que los clubes participantes en competiciones no reconocidas por instituciones como la RFEF, UEFA y FIFA, como es la Superliga de Florentino, no puedan a su vez participar en la Primera División. Es decir, dejar a los blancos y azulgrana sin licencia federativa para jugar en España si llegaran a disputar dicho torneo. Los clubes de LaLiga entienden que su creación pone en peligro las ligas nacionales, aunque Real Madrid y Barcelona aseguran que no es así y podrían convivir. “Contra la Superliga estamos todos, salvo algunos...”, declaró José Castro. Por ahora, el Gobierno no quiere valorar este punto hasta que se aclare en los justicia europea.

Derechos audiovisuales y de explotación. Existe una gran preocupación en los clubes en este punto ya que consideran que sus ingresos podrían estar en peligro. Se pretendía que la nueva Ley reconociese la potestad de LaLiga en la comercialización de los derechos de TV, que fue autorizado en un Real Decreto Ley en 2015. Se pretendía dar mayor claridad a la potestad de la patronal en desarrollar actividades económicas complementarias. Un punto que ha llevado varias veces el Madrid ante la Justicia. LaLiga entiende que si esta enmienda no se incluye, se crea una inseguridad jurídica que pone en peligro los contratos firmados por todo el mundo y también el acuerdo con CVC a 50 años vista. Esto último todavía está en los tribunales, aunque las medidas cautelares solicitadas por Madrid, Barça y Athletic fueron desestimadas.

Poder de la Federación. En una tercera enmienda los clubes piden mantener una exigencia a las Federaciones que sería retirada con la nueva redacción. Consiste en que cada vez que la RFEF haga un cambio estatutario que afecte a LaLiga, se requiera un informe previo y favorable de los clubes para que el CSD dé el visto bueno. La retirada de este artículo preocupa por la continua falta de entendimiento entre Javier Tebas y Luis Rubiales.

Poder sancionador de Tebas. Aunque los tres anteriores son los puntos que más pelean los clubes, entre las siete enmiendas originalmente presentadas hay una que no hace gracia al Gobierno y que consideran “inadmisible”. Se trata de “la potestad disciplinaria sobre sus asociados, y presidentes, directivos y administradores en el caso de tratarse de entidades deportivas”. En otras palabras, de aprobarse la modificación, Javier Tebas, presidente de LaLiga, hubiera tenido capacidad legal para sancionar a los presidentes de los clubes profesionales españoles como parte de sus atribuciones en la organización de la competición. Fuentes del Gobierno confirmaron a este periódico que esa enmienda “es inasumible” y que por eso ambos partidos optaron por retirarla.

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