La solidaridad y la superación ganan la ‘Carrera del Rayismo’

“Si no hubiera sido por los ánimos de la gente, me hubiera retirado a la mitad. Muchos vecinos se asomaban desde las ventanas y los balcones. Ha sido increíble”. Esas frases son de Juan Carlos Moreno, el último corredor en cruzar la meta de esta cuarta edición de la Carrera del Rayismo. Sin embargo, las hubieran suscrito todos y cada uno de los 2.200 participantes: 1.700 adultos y 500 niños. A las 9:00 horas, en la calle Payaso Fofó, había nervios y piernas frescas. A partir de las 9:34 horas, la fatiga dio paso a la emoción de terminar, pisar el estadio y recibir el cariño de la grada. Allí asomaron muchos rostros habituales, como los de Luis Alhambra, Lola Barraza y Javier García. A ras de césped, captaban los abrazos, los saltos y las promesas cumplidas las cámaras de Dani Gago y Alberto Leva.

La primera mujer en llegar fue Pilar Saiz, con un tiempo de 43:58. No es corredora profesional, pero sí habitual y domina asfalto y montaña. Tiene dos grupos con los que entrena para hacerlo, con ‘Pura Vida Deportiva’ recorre El Retiro y con ‘Tribu Trail’, otros terrenos más abruptos. Para Pilar era su segunda vez en esta carrera. La primera data de antes de la pandemia y entonces no subió al podio. “Soy de Vallecas, trabajo aquí y, aunque no soy muy futbolera, me gusta el Rayo. Estos diez kilómetros son duros, por las subidas, pero estas carreras de barrio molan más. La gente me ha ido diciendo durante todo el recorrido que era la primera chica”, ríe exhausta, aunque recobra las fuerzas para sentenciar: “Repetiré”. La única espinita con la que se marchó era el estado del campo, que se encuentra en obras y sin césped. “Tenía la ilusión de verlo como en la San Silvestre”, lamenta.

El rostro más joven de la carrera era el de Fran. ¡La completó con sólo 12 años! Se trataba de su debut en los 10 kilómetros y los recorrió junto a su padre Pablo. “Habíamos hecho la del árbol de 5 kilómetros y llegó antes el niño que yo”, bromea orgulloso Pablo, mientras Fran recupera el aliento: “Estoy muy cansado”. Se había apuntado para la infantil, pero quiso vivir la experiencia con los más grandes y terminó entre los aplausos de los rayistas que salpicaban el recorrido. “Le animaban más a él”, confiesa Pablo. Fran está acostumbrado a sentir el calor de la gente porque juega como guardameta en uno de los equipos de la Fundación.

También entró ovacionado Roberto Sotomayor, el exatleta y candidato a la alcaldía de Madrid por Podemos. El suyo fue uno de los rostros conocidos de una carrera que no se perdieron los periodistas Javier Boned, Mario González, Israel Herraiz y Carlos Sánchez Blas, a quien acompañó su pequeña Paula, otra debutante en la versión infantil. El locutor de Onda Madrid hizo doblete y, después de disfrutar de esos 10 kilómetros, entregó los premios. AS estuvo representado gracias al empuje de Javi Chinchón, uno de sus community manager. “Es una excusa maravillosa para ver a familiares y amigos a los que no veo en todo el año”, explica.

La solidaridad era motor de esta cita y se escondía tras la historia de muchos participantes, como la del club ‘Run Faster Rivas’, que nació con la vocación de acercar el deporte al público en general. Su torneo de pádel solidario llevó más de mil kilos de comida a la Red de Recuperación de Alimentos de Rivas, que fueron distribuidos (entre otros) en la Cañada Real. Gema, Borja, Sergio, Oliver, Sandra, Tricky, Aydee... Todos tienen vinculación con Vallecas. “Todos hemos vivido en el barrio y siempre es un placer volver. En pocas carreras se ve esta hospitalidad. Los vecinos nos empujan”, afirma Oliver con la voz quebrada. Tampoco podía ocultar su ilusión Gema, que hizo el recorrido en silla de ruedas y tiene en mente su próximo reto: una media maratón. “Eso sí, volveré a la carrera del rayismo por la calidez de la gente y el ambientazo”, ratifica. Fruto de ese buen rollo, la llegada de Concha estuvo rodeada de vítores. “¡Tiene 65 años la tía!”, presumen sus compañeros. Concha se inició en el running el pasado año y firmó diez carreras, algo impensable cuando se fumaba tres cajetillas al día. Ella es otro ejemplo de superación. “Esta es de las duras, pero no la peor. Vas muy acompañado”, confirma esta todoterreno.

Los aplausos atronaron cuando Juan Carlos Moreno entró en el estadio en último lugar, pasadas las 11:00 horas, como si de una gran gesta de su Rayo se tratase. No era para menos. Su historia es digna de cualquier ‘Matagigantes’. Este dominicano de nacimiento y vallecano de adopción, con una discapacidad del 34%, terminó esos 10 kilómetros y sus lágrimas de emoción contagiaron a una grada que sabe reconocer el sacrificio, la superación... “Estuve parapléjico y en estado vegetativo. Este último año me he sometido a 24 operaciones y corro para seguir superándome. Cuando he visto al estadio al completo levantado, aplaudiéndome, he sentido un subidón. Se me aceleró el corazón”, cuenta alguien a quien la Asociación Cultural La Kalle y Zapatillas Solidarias le han ayudado a salir adelante. “Y con una sonrisa”, matiza.

Precisamente, el dinero recaudado en esta cita se destinará a la Asociación Cultural La Kalle y la Asociación Barró. Gonzalo Sarmiento pertenece a la primera de ellas, que fue la encargada de amenizar la llegada de los corredores con una batukada que hizo bailar a Vallecas. “Compartimos muchas cosas con el Rayo. Ambos hacemos cosas por el barrio. Nuestra Asociación trata de cuidar a las personas”, concluye. La carrera, impulsada por la Plataforma ADRV, terminó con los más pequeños aferrados orgullosos a sus medallas, en muchos casos más grandes que ellos mismos. Una imagen que compensa meses de trabajo. Esta iniciativa cumplió con sus objetivos: fomentar el deporte y hacer rayismo. Cada kilómetro era un homenaje a la historia de la Franja. Los tótems de Delibasic, Pepe Durán, Potele, Prudencia Priego, la Peña 2004, Bukaneros... fueron testigos mudos del esfuerzo de corredores y voluntarios. De quienes construyen juntos un Rayo más grande...