La sangría defensiva no cesa

El Leganés vivió el domingo, ante el Villarreal un llamativo aterrizaje forzoso después del ilusionante viaje por las nubes del que gozó en Barcelona, cuando un extraordinario partido (especialmente en defensa) le permitió asaltar al Barça en su feudo (0-1). Ante los castellonenses, aquel ejercicio de sacrificio colectivo quedó dilapidado en una llamativa goleada en contra (2-5) muy marcada por el arbitraje, pero que ya antes de la roja a Óscar Rodríguez dio muestras de pecados en la retaguardia. Cabe recordar que cuando el de Los Navalmorales fue expulsado (59′), el partido ya iba 2-2 después de que el Submarino remontase por dos ocasiones los primeros tantos del Lega en sendos fallos defensivos.

Así que, aunque una parte importante de la goleada encajada se le pueda atribuir a que el Lega se salió del partido con las decisiones arbitrales, lo cierto es que ya antes hubo guiños preocupantes en defensa que prolongaron la línea previa a la visita a Montjuic. En los últimos cinco partidos oficiales (excluyendo el de la ciudad Condal) los pepineros han encajado 14 goles a un ritmo casi de 2,8 tantos por encuentro. Si se incluye el triunfo ante los blaugranas, la media sería de 2,33 tantos encajado por partido.

Sólo 17 goles encajados en los primeros 14 partidos

El dato es preocupante porque en comparativa con los anteriores 14 duelos el Lega encajó mucho menos. A saber, 17 goles (incluido el de Copa), en una media de 1,2 goles recibidos por duelo. Así que la tendencia actual es algo nada habitual para un equipo que, insiste su entrenador, Borja Jiménez, debe hacer de la virtud en la retaguardia su principal característica. El técnico abulense, acabada la derrota contra el Villareal, admitió que es un punto claro y destacado a trabajar y mejorar.

“Creo que son dos acciones [en referencia a los dos primeros goles recibidos contra el Villarreal] que podemos defender mucho mejor. Una nos lleva a un gol y la otra, a un penalti. Más allá del control emocional, es donde está nuestro debe”, admitía el técnico. “El partido lo teníamos controlado. Ahí tenemos que hacernos fuertes. Tenemos que irnos a resultados cortos donde tenemos capacidad de hacer algún gol. Si nos movemos en resultados cortos ganaremos. No ha sido nuestra mejor versión”, insistía sobre el duelo ante el Submarino Amarillo,

“Hay que hacer análisis en frío y ver qué ha pasado. En caliente puedes sacar conclusiones equivocadas. Hay cosas que hemos hecho bien… pero otras cosas mal. Lo haremos. Y corregiremos”, insistía tras el partido Sergio González, una de las novedades en la distribución de una zaga que, contra el Villarreal, se desplegó en un 5-3-2, pero con él, con Sergio, de central derecho y no de ‘libre’, como suele ser habitual. Jorge Sáenz ejerció en el centro y Nastasic, en la izquierda, con Javi Hernández y Altimira en los costados.

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