La remontada como rutina
El Barça de Flick ya ha remontado once partidos. Nueve de ellos, la temporada pasada. Este curso, contra el Levante y el Oviedo, demuestra que se sigue teniendo la misma fe.
En el buen sentido, es evidente que Hansi Flick le lavó el cerebro a sus jugadores la temporada pasada. El Barça, que se había convertido en un equipo absolutamente perdedor y, sobre todo, incapaz de levantarse ante las adversidades, se creyó capaz de todo. La línea continúa esta temporada. Aunque no tienen el brillo de la temporada pasada, en siete partidos oficiales de este curso 2025-26 ya ha tenido que remontar dos. En Orriols se fue perdiendo 2-0 al descanso y terminó ganando sobre la hora (2-3) al Levante. Y este jueves, supo voltear el 1-0 de Reina sin necesidad de volverse loco en Oviedo. Una demostración de autoconfianza que se detecta viendo el comportamiento de un equipo que no pierde la paciencia y juega con la seguridad de que los goles terminarán llegando.
El Barça de la temporada pasada alcanzó registros épicos. De los cuatro partidos que le ganó el Madrid, tres fueron volteando el marcador. En la final de la Supercopa en Yeda, respondió al 1-0 de Mbappé con un vendaval de fútbol que no fue a más por la expulsión de Szczesny (2-5). En la final de Copa, fue capaz de forzar la prórroga con el gol de Ferran y de acabar levantando el título en La Cartuja con el golazo de Koundé. Y días después, y pese a la decepción de la eliminación en Milán, volvió a asfaltar al Madrid con un huracán de fútbol en la primera parte. Del 0-2 del inicio en el Lluís Companys se pasó a un 4-2 arrebatador con Lamine, Raphinha y Ferran en plan estelar.
No fueron las únicas remontadas épicas del Barça. En el Metropolitano le dio un mordisco a LaLiga volteando un 2-0 que parecía imposible de levantar después del segundo gol rojiblanco ya avanzada la segunda parte. Bajo la lluvia de Lisboa dejó una de las grandes noches de la Champions. El Benfica ganaba 4-2, también sobre el minuto 70 del partido. Y, de pronto, Lewandowski, Eric y Raphinha encendieron a los cuatro mil azulgranas que viajaron a Da Luz. También se remontó de manera exprés un 1-3 contra el Celta. O en el difícil Vallecas. La primera pista de aquel cambio de mentalidad se vio en la primera jornada de la temporada pasada en Mestalla, donde el Barça levantó un 1-0 con un equipo lleno de canteranos, entre ellos el debutante Bernal.
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El Barça es un equipo capaz de todo. Tanto que, de marcar en el partido contra la Real Sociedad, igualará un récord histórico. Desde 1944, el equipo azulgrana no es capaz de marcar en 44 partidos seguidos. Ahora lleva 43. Y lo normal es que lo haga, porque en siete partidos oficiales ha marcado 21 goles (tres de media). Con el alemán al mando, el Barça ha marcado tres o más goles en el 57% de los partidos. Todo parece más fácil con Hansi Flick, que ha alcanzado 50 victorias con el Barça en apenas 67 partidos, el segundo entrenador más rápido en conseguirlo en la historia del club, solo por detrás de Luis Enrique (lo hizo en 60). Lo más increíble es que Flick consiguió sus primeras 50 victorias con el Bayern en 59 partidos. Significa eso que todavía tiene margen de mejora… Después del mensaje de los egos (“matan el éxito”), las aguas parecen haber vuelto al cauce que quería Flick.
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