La rehabilitación de Ter Stegen
El alemán, que llevó al Barça a la final de la Supercopa con cinco paradas y dos penaltis detenidos, ha recuperado año y medio después de su última operación el nivel que le puso en la cima del mundo.
Ter Stegen ya lo había hecho una vez. En la Supercopa de la pandemia, en Córdoba, metió al Barça en la tanda de penaltis en la semifinal contra la Real. El Athletic, sin embargo, dejó aquel trabajo sin título. Esta vez, en Riad, el alemán de 30 años no quiere que pase lo mismo.
Han vuelto los grandes días de Ter Stegen, que en la era Valverde llegó a acumular un porcentaje de acierto de paradas del 76%. Fue entonces cuando el tendón rotuliano de la rodilla derecha le comenzó a fallar. En el verano de 2020, después del humillante 2-8 del Bayern, fue operado por el doctor Ramon Cugat, pero la cosa no mejoró (el porcentaje de paradas con Koeman llegó a bajar a un 62%) y un año después renunció a la Eurocopa y viajó a Suecia para ponerse en manos del doctor Hakan Alfredson. El proceso de mejora no ha sido inmediato, y ha requerido de meses y de decisiones cerebrales como la de este verano, en el que, aunque estaba en juego un Mundial, el portero de Moenchengladbach habló con Hansi Flick y renunció a cuatro partidos de la Nations League. Ter Stegen aprovechó para hacer unas vacaciones largas en las que, como contó El País el pasado mes de octubre, se perdió en su casa de Ibiza con su mujer Dani y su hijo Ben, hizo un viaje por el sur de Francia y aprovechó para practicar yoga. La mente se liberó y con ella el cuerpo.
Ter Stegen lleva una temporada espectacular. Ha dejado su portería a cero en el 75% de los partidos en Liga, donde apenas ha encajado seis goles en 16 partidos. Ojo, tres de ellos en el Bernabéu; y en el que le ha ganado puntos al Barça con paradas milagrosas como una en Mallorca a Jaume Costa. Contra el Betis este jueves en Riad, realizó hasta cinco paradas, alguna de ellas espectacular (a Luiz Henrique) y paró dos penaltis que metieron al Barça en la final. “Se merecía el MVP del partido mucho más que yo”, dijo Pedri ruborizado porque le dieran el ‘galardón’ a él después de la exhibición del meta.
Con contrato hasta 2025, Ter Stegen pasó de ‘exigir’ cobrar como uno de los mejores porteros del mundo (él consideraba en 2019 que Alisson, Oblak y él formaban ese podio) a ver cómo el Barça le pedía que rebajase su salario. El alemán ha contestado con profesionalidad, rendimiento y paradas. Xavi lo ha ascendido a cuarto capitán después de la marcha de Piqué. Preocupado porque se le vea como un tipo normal (en Barcelona sus primeros años en el barrio de Gràcia le hicieron un tipo popular) y unido en el vestuario a futbolistas como De Jong o Lewandowski, y cercano también a su entrenador particular, José Ramón de la Fuente (‘Dela’), Ter Stegen quiere gloria personal este año: su primer trofeo de portero menos goleado de la Liga. Pero sobre todo quiere títulos. El jueves lo hizo todo porque el Barça levante el primero en Riad.