La Real Sociedad se autoproclama rey de una oda al gol

Oda al fútbol de ataque y al gol en Montilivi. Girona y Real Sociedad regalaron un juego vistoso, vertical y, claro, sin defensa, que se saldó con ocho goles. Los donostiarras fueron mejores que los gerundenses en el intercambio de golpes (cinco ocasiones, cinco goles) y se llevaron un triunfo que les permite pisar los puestos europeos. Los de Míchel lograron darle la vuelta una vez al marcador, pero el ritmo anotador de la Real, con los goles de Brais Méndez, Zubimendi, Take y el doblete de Sorloth, fue inaguantable. A Imanol, incluso, le dio tiempo para dar la alternativa a Carlos Fernández, que volvió a jugar 15 meses después.

Todo el partido fue vorágine de fútbol de ida y vuelta en la que, aunque faltó fluidez en el juego, imperó la pegada. La muestra más clara fue que Girona y Real Sociedad completaron los primeros 45 minutos con dos ocasiones de gol cada uno y colocaron el 2-2 en el marcador. El conjunto donostiarra apareció mejor en escena, con una presión alta en campo rival, y si se juntan Silva y Take nada puede salir mal. Así sucedió, se asociaron y el japonés, al final de la jugada, asistió para que Sörloth, que estuvo más vivo que Juanpe, hiciese el 0-1. La Real ya prometía espectáculo en la previa y lo confirmó porque ha marcado en todos sus partidos de Liga esta temporada. El tanto fue un pullazo para el Girona y Riquelme se rebeló. En el 23′ empató el duelo con un golazo de videoteca: caño a Zubimendi y disparo, desde fuera del área, que se coló por la escuadra de Remiro. El jugador cedido por el Atlético festejó su primer gol con la camiseta gerundense y en Primera. Fue entonces cuando los rojiblancos olieron la sangre de su rival y, en solo cuatro minutos, le dieron la vuelta al marcador. Estaban subidos en la buena ola y Arnau, que la surfeó pasando por encima de toda la zaga donostiarra, hizo el 2-1.

Los de Imanol parecían tocados, pero en Primera no vale levantar el pie del acelerador y al borde del descanso llegó el doblete de Sörloth. Juanpe salió en la fotografía porque rompió el fuera de juego de un noruego que puso el lazo una asistencia de Zubimendi. Primero controló con el pecho y, sin pensárselo, envió un zurdazo al palo corto de Juan Carlos. El 2-2 pudo ser un golpe psicológico para el Girona, pero ‘Taty’ Castellanos lo levantó rápidamente del diván. En el 48′, el argentino recogió el balón en su campo, lo llevó hasta la frontal del área rival y, ante la falta de presión, disparó y Remiro ayudó. El 3-2 no fue ni mucho menos definitivo porque todavía quedó el golpe mortal de la Real Sociedad. En solo cinco minutos, con los tantos de Brais Méndez y Zubimendi, se llevó el duelo a su terreno. El físico ya no le dio para más al Girona y, con el equipo descosido, el palo evitó el hat-trick de Sörloth, pero no el 3-5 de Take.