La portería de las dudas

El Celta apostó todo este verano a la figura de Agustín Marchesín en la portería. Tras la salida de Rubén Blanco, el conjunto vigués fichó únicamente al argentino y dejó a Iván Villar como segundo guardameta, cuando la idea era buscarle una cesión en un equipo de inferior categoría. Seis meses después, lejos de despejarse, las dudas crecen en la portería celeste.

La última semana ha sido un vía crucis para Agustín Marchesín. El argentino se comió el gol de Kike Salas en el partido contra el Sevilla y cometió un grave error ante el Espanyol que derivó en expulsión cuando el Celta no disponía de más cambios en la prórroga, lo que enterró definitivamente toda opción de clasificación. Para más inri, Hugo Mallo realizó más paradas en el poco tiempo que tuvo que actuar que el internacional argentino. En definitiva, dos puntos perdidos, una Copa que vuela y una comparación que abochorna.

Sin embargo, el debate no está abierto en la portería viguesa porque la alternativa tampoco está haciendo fuerza para ello. Iván Villar jugó las primeras rondas de Copa ante el Algar, de Regional Preferente, y el Gernika, de Segunda Federación, ofreciendo bastante inseguridad. Carvalhal demostró que no confía en el morracense este martes, al relegarlo a la suplencia en el partido copero frente al Espanyol.

Pese a todas estas circunstancias, el club no valora la contratación de un guardameta en este mercado invernal. En A Sede confían ciegamente en las prestaciones de Marchesín, al que consideran “un portero top”. El currículo del internacional argentino le avala, pero le falta confianza por un mal comienzo de temporada al que no es capaz de dar la vuelta. Al contrario, el runrún sobre el cancerbero se acrecienta con el paso de los partidos.