La plantilla del Espanyol ve el vaso medio lleno

Era difícil adivinar si las caras de los jugadores del Espanyol eran de alivio o de frustración una vez finalizó el partido en el Nuevo Mirandilla. Los blanquiazules pasaron de estar contra las cuerdas en la primera mitad a ponerse por delante tras la reanudación (1-2), pero vieron como Lucas Pérez estrelló una falta al larguero en el tiempo añadido. El 3-2 se mascó como el 1-3 anteriormente, de lo que se lamentó Brian Oliván: “Pudimos sentenciar, pero el portero las paró”.

Indirectamente señaló a otra de las claves habituales de los encuentros del Espanyol. El portero. Si ante el Valencia se escapó la victoria por un error de Álvaro Fernández, en Cádiz fue Benjamin Lecomte el que se equivocó en la acción del 1-0. “Hay que estar más pendientes, nos penalizan los errores, hay que corregirlos”, expresó Joselu Mato, autor de dos goles (suma seis), quien se queda con “el lado positivo. No hicmos una buena primera mitad, ellos fueron superiores, pero salimos bien después del descanso y le dimos la vuelta”.

Más optimista si cabe se mostró Sergi Gómez, capitán también y asentado en el centro de la defensa. “No fuimos el equipo de siempre al comienzo, nos faltó pausa para filtrar balones. Lo hablamos al descanso y esa fue la mejora. Creímos y le dimos la vuelta al resultado. Nos empataron en un saque de banda rápido, pero hay que destacar la mentalidad del equipo. Estamos siempre hasta el final. Tenemos rabia”, valoró e insistió: “Superamos resultados adversos, estamos en el camino”.

Uno de los mejores jugadores del partido, al margen de Joselu, fue Brian Oliván. El lateral zurdo, que tuvo que sostener la velocidad de Iván Alejo, fue el autor de la brillante asistencia para que Joselu anotara el primer tanto de cabeza. El catalán explicó después del encuentro, en las cámaras de DAZN, que “hay que olvidar la primera parte. Tenemos un partido importante ante el Valladolid, es una final para nosotros”. Y definió a Joselu como “un pedazo de delantero”. El futbolista, que suma seis tantos en ocho jornadas, recoge el guante: “Uno trabaja para que lleguen cosas bonitas, me importa es conseguir victorias. Eso es lo primero que quiero hacer”.

La plantilla prefiere ver el vaso medio lleno después del torbellino de emociones del encuentro ante el Cádiz, que siguió un patrón parecido a los anteriores. Hubo de todo. Un mal comienzo, una reacción y un sufrimiento final. “Esto es Primera, cualquier equipo te puede matar, hicimos lo más difícil que era remontar. Ellos iban a apretarnos, necesitaban ganar, mejor sumar un punto que nada”, se consuela Joselu.