La orquesta de Titanic

‘Alexander’s Ragtime Band’ tocaban en la cubierta los ocho músicos de la orquesta del Titanic. Una marcha, para mantener la calma y, a la vez, para procurar que los pasajeros no cesaran su movimiento hacia los botes salvavidas. Pura distracción cuando el hundimiento era irreversible. Esos violines parecen estar entonando en la cúpula del Espanyol, que este martes brindaba como si nada por la Navidad, y la del Valencia, impasible al deterioro, teledirigidos desde Asia respectivamente por Chen Yansheng y Peter Lim, quienes hace años que no visitan a sus clubes. Y mientras tanto, Manolo González y Rubén Baraja avistan el iceberg, con miles de seguidores a bordo del transatlántico a la deriva (sigue el partido en directo en As.com).

No es la historia del Titanic, sino la de dos viajes a ninguna parte que entran en colisión. El de un Espanyol que ya lleva dos descensos, el último precisamente consumado en Mestalla, y que flirtea con el tercero en un lustro. Y el de un Valencia que hasta ahora ha sido indultado de la quema, pero que marcha colista. Para ambos, la victoria no es importante, ni determinante, sino obligatoria, en un RCDE Stadium tan frío como el Atlántico Norte, al fijarse el partido un miércoles por la noche tras su aplazamiento por la devastadora DANA.

El cuarto y sexto clubes con más partidos en la historia de Primera ya habrían destituido a sus entrenadores en condiciones normales. Objetivamente, han sumado los pericos cuatro puntos en las siete últimas jornadas, y fueron eliminados de la Copa por el Barbastro, de Segunda RFEF. Y con tres derrotas ligueras consecutivas, y una victoria en nueve jornadas, se planta el conjunto ché. Pero la situación, el desdén, el desinterés común por asumir costes es el que es, incluso por encima del arraigo popular de Manolo y Baraja, y de su relativa parte de responsabilidad en cada desaguisado.

Sí es cierto que no están al día del calendario. Que el Espanyol saldrá del descenso si gana, que el Valencia igualaría a puntos con Getafe y Alavés si es capaz de sumar este triunfo y el que tiene pendiente ante el Real Madrid. Y a esa tabla donde difícilmente cabrá todo el mundo se aferran este miércoles.

Los blanquiazules, sin Pol Lozano, sancionado, el día que más se le necesita y cuando mejor estaba jugando; con la vuelta de Omar y Jofre, y con Cheddira apuntando a titular en detrimento de Cardona. Y los blanquinegros, sin recuperar a Diakhaby, Thierry, ni Gayà, en cuya posición de lateral zurdo probó este martes Rioja, y pierde a Rafa Mir. Se acerca el iceberg, aumenta su ritmo la orquesta del Titanic. Se apresuran todos hacia los botes salvavidas.

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