La madurez de los jóvenes: “No podemos acabar así”

El Valencia ganó su partido contra el Cádiz tras cinco jornadas sin sumar los 3 puntos. Lo hizo con una primera parte inmaculada y dejando su portería a cero por tercera vez en la temporada. Aún así, los futbolistas entraron al vestuario con cierta sensación de rabia y amargura, festejando obviamente la victoria, aunque haciendo autocrítica: “Esto no nos puede volver a pasar, no podemos acabar así”, mascullaban alguno de los ‘veteranos’ y hacían suya la autocrítica los jóvenes.

“Hasta el minuto 80 hemos estado bien, a partir de ahí nos ha faltado saber manejar más el partido”, explicó Rubén Baraja en sala de prensa. Ese mensaje se había hablado minutos antes en el vestuario de Mestalla y se repitió en el de Paterna en la vuelta al trabajo el día después. El técnico y los jugadores se referían a las ocasiones que tuvo el Cádiz, que jugaba en inferioridad desde el minuto 25, en la recta final del encuentro.

Tal autocrítica evidencia la madurez de un vestuario repleto de jóvenes, el más novel de las cinco grandes ligas en cuanto a media de edad se refiere. Los blanquinegros no se dejaron llevar por la euforia de la victoria y fueron conscientes que un gol gaditano les hubiera complicado un partido que tenían controlado. Les pasó contra Osasuna, partido que perdieron en el tiempo de descuento, y “no se puede repetir”.

El Valencia, más allá del acierto que le faltó para rematar la faena con un tercer gol, recibió tres ocasiones seguidas a partir de ese minuto del que hablaba Baraja. Ahí emergió la figura de Mamardashvili, que sacó un balón en la línea a Sobrino (aunque estaba en posición de fuera juego), otro a Pires y un tercero a Roger Martí. Todo ello desde el minuto 85 hasta el 90 de encuentro. “Nos ha faltado gestionar mejor las contras en la segunda parte. Ellos han pegado ese apretón al final y nos han generado incertidumbre”, apostilló Baraja, aunque quiso después remarcar que “ganar en la Liga es muy difícil y hay que darle valor”.