La lesión de Jaume se cuela en la renovación de Rivero

El Valencia tenía que tomar en las próximas semanas una decisión sobre el futuro de Cristian Rivero, cuyo contrato acaba en junio, y la lesión de Jaume Doménech se cuela en la ecuación. Jaume padece una rotura “en el tendón del recto femoral del cuádriceps de la pierna derecha” y su paso por el quirófano le tendrá un mínimo de tres meses apartado de los terrenos de juego, es decir, se perderá seguro parte de la pretemporada. De ahí que el club tenga que decidir si le plantea a Rivero una renovación para asegurarse, al menos, su presencia como tercer portero o inclusive como segundo.

El Valencia está desde hace tiempo pendiente del mercado de porteros. Pero no lo está para encontrar un segundo ni menos un tercero. Lo está para incorporar a un guardameta titular si saliera Mamardashvili este verano. El club, recientemente, amplió el contrato de Jaume hasta 2025. El planteamiento del club era asegurarse la continuidad de Jaume, un jugador con peso en el vestuario, y decidir en las semanas posteriores si se planteaba una renovación a Rivero o apostaba como tercer portero por alguno de los chavales que están en el filial que entrena Miguel Ángel Angulo: Nil Ruiz (21 años) o David Vassilev (20 años).

La lesión de Jaume, que se produce en la misma pierna de la que fue intervenido tras romperse el ligamento cruzado de su rodilla, así como la propia incertidumbre sobre el futuro de Mamardashvili (el Valencia, en el interés de terceros y cuándo pueda llegar una oferta que cumpla sus pretensiones económicas, no controla los tiempos) son factores que se cuelan en la decisión sobre la renovación de Rivero. De momento, el guardameta de Gandía no tiene ninguna oferta de ampliación en la mesa ni tampoco se han producido contactos entre las partes. A la puerta de su agencia de representación sí han llamado varios clubes de Segunda a sabiendas de su contrato, aunque Rivero prefiere esperar.

El debut en Liga de Cristian Rivero

Rivero, un caso peculiar tras debutar en Primera el pasado domingo contra el Alavés tras seis temporadas con el primer equipo y hacerlo además siendo el capitán del Valencia por ser el más veterano, demostró en ese partido que está preparado para cuando se le ha necesitado, a pesar de que no jugaba desde 2021 y que en los últimos seis años haya disputado solo cinco partidos oficiales (incluido el del Alavés). Obviamente una actuación de 56 minutos no es motivo por sí solo para inclinar hacia un lado u otro una balanza de renovación, si bien, como se ha expuesto, suma a su favor en el contexto que tiene el club bajo palos tras la lesión de Jaume y la posible salida de Mamardashvili.

El cuerpo técnico de Rubén Baraja quiere tener en plantilla tres porteros. Y situaciones como la vivida en las últimas dos jornadas dan razón de ser a tal planteamiento. Rivero, que tal como se ha apuntado prioriza escuchar al Valencia antes de hacerlo a terceros, asume con naturalidad el rol que le ha tocado tener hasta la fecha en el club de Mestalla. A sus 26 años, el canterano blanquinegro, en Paterna desde categoría alevín, cumplió contra el Alavés el sueño que tenía que debutar con el Valencia en Liga y en Mestalla y desearía seguir peleando en el día a día para revertir su condición de tercer portero. Ahora el club tiene que plantearse cuánto se prolongará la baja de Jaume y su recuperación tras tener que pasar de nuevo por el quirófano, aunque por una dolencia diferente a la anterior.

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