La esencia del Atlético

El Atlético vuelve a ser fuerte en campo propio. Y, así, todo es más fácil. Si en el debut liguero la primera mitad contra el Villarreal hacía presagiar que nada había cambiado, el gran mal del curso pasado se mantenía, una fragilidad extrema en defensa, en los siguientes se ha demostrado que no, que hay un nuevo Atleti. Ya son tres partidos seguidos con la portería a cero. Tres y medio, si se tiene en cuenta la segunda mitad en la Cerámica. El 0-1 en San Mamés es vida para el equipo colchonero.

Hay varios factores diferenciales. Colectivos e individuales. El movimiento táctico llevado a cabo por Simeone durante la segunda mitad de la temporada pasada sirvió para ir reforzando los espacios interiores. Esa fractura entre defensa y centro del campo. Pero el Cholo mantenía una y otra vez que el factor diferencial estaba en ganar duelos desde lo individual. Y ahí el Atlético incorporó al segundo zaguero que más se llevó el curso pasado. Un Le Normand que es el único futbolista que ha disputado todos los minutos del equipo y ha subido la tensión y fuerza en la retaguarda.

Le costó en Vila-real, donde le tocó participar en el perfil izquierdo. Pero desde que lo hace en el derecho ha ido creciendo enormemente. Y apunta a ser importantísimo este curso. Contra el Athletic fue su mejor partido, siempre a más. El campeón de la Eurocopa se marcha con la Selección durante el parón. Y es más fácil si está Giménez a su lado, el jugador que lo cambia todo. Cuando está el equipo es más agresivo, fuerte, mejor por arriba... que se mantenga sano es el gran reto para el uruguayo y Luis Piñedo. Da tranquilidad, seguridad en el pase (en San Mamés encontró al compañero en 70 de 71, un 98.6% de acierto) y mejora todo lo de alrededor. Hasta el momento se le ha ido dosificando, participando como titular contra Girona y Athletic (las dos victorias) y sin serlo frente a Villarreal y Espanyol (los dos empates). Es más, disputó la segunda mitad contra el Submarino Amarillo donde el Atlético volvió a dejar la portería a cero.

También Reinildo ha ido recuperando durante el verano su mejor versión. El Cholo venía avisando, le ve cada vez más cercano a su versión previa a la lesión. En San Mamés fue el central zurdo, el puesto con más dudas en la plantilla del Atlético. Ha llegado Lenglet, se había reconvertido bien Azpilicueta, que había disputado los tres partidos previos, pero tener a Reinildo a su mejor versión sería una solución de muchas garantías. Llorente en la derecha da más seguridad que Nahuel y permite otro tipo de jugadores en el medio.

Oblak y Musso, más seguros

Quitando los dos goles del Villarreal en la primera mitad de La Cerámica, la portería del Atlético ha vivido tranquila. Incluso en San Mamés tuvo que afrontar la baja de última hora de Oblak y Musso debutó con la puerta a cero con una buena intervención al único disparo a puerta, el de Sancet. Oblak realizó una única parada contra el Espanyol, en una buena intentona de Cheddira, y cuatro ante el Girona, que si le dio algo más de trabajo aunque el partido estuvo bien controlado en todo momento. En el debut liguero habían sido tres tiros a puerta y dos goles, aunque el tanto en propia de Koke llegó tras un error del esloveno y sin mediar disparo. Un balance de solo nueve tiros concedidos entre palos en cuatro partidos (únicamente dos en los dos últimos) y dos goles encajados. Ninguno desde el descanso en la primera jornada. Un nuevo Atlético más parecido al antiguo. Donde todo sale más natural. Contra el Espanyol la falta de contundencia impidió el triunfo. Pero no es lo habitual. Arriba hay talento, como el de Correa en San Mamés. La puerta a cero garantiza puntuar... y ser mucho más reconocible.

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