ATLÉTICO DE MADRID

La escena que ilustró un síntoma: el Atleti va al límite en el medio

El equipo rojiblanco terminó la semifinal de la Supercopa con Correa, Witsel, Galán y Riquelme en el centro del campo, tras tener que quitar a De Paul, Koke y Llorente por extenuación. El debate del 5 viene de la temporada pasada.

David_AliagaRFEF

El Atlético no volverá a entrenarse hasta el sábado por la tarde (17:00) porque, tras el palizón de la Supercopa, el equipo necesita descansar. Mental y, sobre todo, físicamente. Los rojiblancos terminaron indisimuladamente fundidos y la semifinal avivó la sensación de que a la plantilla le falta cierto fondo de armario. La foto con la que el Atleti terminó el partido, en la que aparecen Correa, Witsel, Galán y Riquelme formando el centro del campo, ilustra el agujero que tiene el equipo en esa demarcación, agravado tras la lesión de Barrios. La Supercopa pone de nuevo el foco sobre un debate que viene de lejos.

Un centro del campo sobrecargado

La prórroga fue una losa terriblemente pesada para el Atleti. Justo antes, De Paul había sido sustituido por agotamiento, aunque en el campo quedaban compañeros tanto o más cansados que él. En el tiempo extra fueron Llorente y Koke quienes pidieron relevo por estar fundidos. Griezmann, descolgado como delantero, apenas podía perseguir balones a la carrera. “Estuvimos bien en energía”, comentó resignado Simeone, mientras sus jugadores. El Madrid y el Atleti se llevaron mutuamente al límite, pero a los rojiblancos se les vieron más las costuras tras emplear Ancelotti y el Cholo a 17 futbolistas cada uno.

En el medio, a la espera de Barrios (que incluso viajó a Arabia y pronto será uno más) y de Lemar, el equipo va justísimo. De Paul y Koke son fijos y lo juegan todo, aunque el capitán termina desbordado en algunos contextos de partido; Llorente está para el medio y para la banda derecha; y Saúl ha perdido protagonismo, aunque Simeone apostó por él en Riad y su rendimiento fue notable. Es decir, el técnico sacó de inicio a todos los medios salvo a Witsel, que ya ejerce prácticamente como central. De ahí que el remiendo final fuera poner a Galán junto al belga. Las conversaciones internas sobre si hace falta un centrocampista en enero están de vuelta, tras ser el tema estrella del verano.

Entre los apuros de la plantilla... y los económicos

En ataque, el problema es diferente. Por un lado, el Atlético tiene a Griezmann y a Morata con 17 goles por cabeza, un promedio de delantera top en el continente. Por el otro, su competencia y sus relevos han sido Memphis y Correa, que no terminan de apretar por diferentes circunstancias, por mucho que marcaran los goles decisivos en Lugo. En el caso del neerlandés, la limitación es física. Ha sufrido varias lesiones y, en la semifinal, se volvió a quedar fuera por una contractura. Y el argentino tampoco es el que era desde el esguince de rodilla que sufrió en el anterior derbi. Después tuvo una aparición estelar contra el Cádiz, pero luego le ha costado sumar. En su temporada más complicada, es el 16º rojiblanco en minutos, la tentación de Arabia es cada vez más fuerte y el 10 da muchas vueltas a si es momento de cambiar de aires.

En el club hay sensaciones encontradas, pues si bien los apuros del tramo final fueron evidentes, sí mitigó el disgusto el buen nivel de fútbol y de competitividad mostrado. De puertas para adentro, la idea es no fichar en enero, salvo una oportunidad de mercado o si se confirma alguna baja por la que se ingrese dinero (¿Correa?), pero nunca fichar por fichar. No un Doherty, por ejemplo. La Supercopa evidenció que, para las grandes noches, la plantilla no va sobrada de profundidad, aunque para el próximo derbi sí se espera a Barrios y Memphis. Aún quedan tres competiciones por las que competir.

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