GIRONA

La City Football Academy Girona en Vilablareix levanta ampollas

Unió de Pagesos y la Associació de Naturalistes de Girona presentaron un contencioso administrativo contra la construcción de la nueva Ciudad Deportiva al considerar que acabaría con la última zona agraria de Girona.

GIRONA FC

Hay pocos días tranquilos en el Girona y es que incluso la nueva ciudad deportiva, en Vilablareix, se está convirtiendo en un quebradero de cabeza. Unió de Pagesos y la Associació de Naturalistes de Girona (ANG) presentaron un contencioso administrativo contra la construcción del nuevo centro de entrenamiento del Girona al considerar que acabaría con la última zona agraria de Girona. Lo que pretenden estas dos entidades, que el pasado mes de marzo presentaron un recurso ante el Departament de Territori para que no aprobase el proyecto, es salir en “defensa del poco espacio agrario de alta calidad que queda en la plana de Girona”.

El ‘problema’ es que el primer equipo rojiblanco ya se instaló hace días en lo que es la primera fase del proyecto de esta nueva City Football Academy Girona. Es más, los de Míchel se ejercitaron en los campos de entrenamiento durante los primeros días de pretemporada, antes de iniciar la estadía en la Vall d’en Bas. En el club se encuentran a la expectativa, pero no consideran que vayan a aparecer problemas teniendo en cuenta que se tienen todos los permisos y el plan de actuación específica (PAE) está aprobado y en marcha.

La Ciudad Deportiva se encuentra en unos terrenos agrícolas de 74.000 metros cuadrados en la zona del Pla de Massana, en Vilablareix. “Este plan supone la destrucción de la última llanura agrícola de regadío de la zona y que, además, está catalogada como suelo de especial valor agrícola, protegida por el planeamiento municipal”, transmiten Unió de Pagesos y ANG. Estas entidades denunciantes defienden que la ciudad deportiva del Girona debe edificarse en suelo urbanizable y no en suelo agrario. Además, lamentan que el Girona cuenta con la “connivencia de la administración” y que debería tenerse en cuenta que prácticamente “elimina el último espacio de alto valor agrario que queda en el municipio”.

Estas nuevas instalaciones del Girona vienen a sustituir las de La Vinya, en el PGC de Caldes de Malavella. La solución no es sencilla y Unió de Pagesos y ANG creen que se deberían paralizar las obras porque “también se perjudica gravemente el resto de explotaciones del entorno no sólo por el recorte considerable de campos de cultivo sino por los cambios en el uso del suelo que se producirán en la zona en un futuro, como el aumento del tráfico de personas, restricciones de paso a la maquinaria agrícola y límites a los trabajos agrarios”.

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