Kroos: “Cuando llegué al Madrid esperaba mucho... ¡pero no tanto!”

Kroos juega y habla con elegancia. ADN innegociable de un futbolista que enfila los 34 y a la vez, su décima temporada en el Real Madrid. Renovando año a año, como el rockero que toca sin pensar en giras de despedida. Carpe diem. El pasado sábado, exprimiendo sus últimos días de vacaciones (hoy ha vuelto a la dinámica), concedió una entrevista con ICON, de El País, en la que se deshizo en halagos con Modric: “Estamos para que los demás se sientan seguros. Si algo he aprendido, es que para jugar bien hay que estar cómodo y yo con él, me siento así”. Fue una charla en la que habló de cómo se siente a nivel personal, de cómo su carrera en el Madrid ha superado todas las expectativas y del espíritu de las remontadas: “Un gol, el Bernabéu se levanta y suceden cosas que no son naturales”.

Entrevista

Sus expectativas en el Madrid. “Cuando llegué pensé: ojalá ganar títulos... una Champions. Venía de un gigante como el Bayern, con la idea de jugar muchos años, hacerme un sitio, tener buena relación con el club e ir mostrando mi calidad. Claro que esperaba mucho, ¡pero no tanto!”.

Sociedad con Modric. “Estamos para que los demás se sientan seguros. Si algo he aprendido, es que para jugar bien hay que estar cómodo y yo con él, me siento así. Es lo que intentamos transmitirle al equipo”.

Autocrítica. “Siempre quiero seguir aprendiendo. Da igual la edad o lo que hayas ganado, hay que mejorar siempre. Porque con el paso de los años los rivales te van conociendo mejor y hay que seguir poniéndoselo difícil. El fútbol de ahora es rapidísimo, no hay tiempo para pensar”.

¿Jugar a la contra? “Hemos demostrado que sabemos adaptarnos al rival. Yo prefiero tener el balón, por supuesto, para dominar con él. Pero hay días que es mejor renunciar un poco. Jugamos bien con el balón y sabemos sufrir sin él; adaptación. Porque hay que aceptar que existen momentos en los que no lo puedes tener y has de defender y salir a la contra”.

Las remontadas. “Todo esto tiene mucho de psicológico. Al haberlo hecho tantas veces, la confianza crece y el equipo se lo cree. Sabes que si aguantas... el partido te dará una opción de volver. Los compañeros comparten la mentalidad, aquí no se rinde nadie. Nunca. Siempre se puede. Y los rivales ya saben que siempre volvemos, aunque vayamos perdiendo. Hasta que el árbitro no pite... vamos a estar ahí. La temporada pasada, por ejemplo, se notó mucho. Un gol o una ocasión cuando vamos perdiendo puede cambiarlo todo, incluso contra rivales fuertes. Todos piensan que se pueden perder, porque ya ha pasado antes. Un gol, el Bernabéu se levanta y empiezan a notar una presión enorme. Ahí, suceden cosas que no son naturales”.

Anécdota con Heynckes. “Con 19 años, en el Leverkusen, él veía mi talento... pero yo no jugaba mucho. Así que me agarró un día y dijo: ‘Al fútbol también se juega sin balón. Sólo con tu calidad no llegarás a lo más alto’. Un consejo que me inyectó confianza”.