ATLÉTICO | KOKE Y GIMÉNEZ

Koke y Giménez lo cambian todo

La presencia del capitán otorga tranquilidad y armonía en el medio. Y Giménez mejora a la retaguardia y a todo el equipo, más seguro a la presión. Que les respete el físico, capital para el Atlético.

Rodrigo JimenezEFE

Todo en su sitio. Fue la sensación de partida de un Atlético armónico, valiente y con ganas de morder desde el primer momento en el derbi contra el Real Madrid. A los tres minutos Morata ya había abierto el marcador siguiendo el plan de partido perfectamente orquestado. Apertura a banda, Lino atreviéndose a encarar, poniendo el centro y Morata ganando a los centrales en el área. En el 17 de nuevo la misma estratagema, superioridad en banda, Lino encontrando a Saúl y el ilicitano en su gran centro a Griezmann. Llegaría también un tercero, nada más comenzar la segunda parte, otra vez haciendo sangre en la debilidad blanca.

El Atlético jugó a lo que quiso Simeone. Y, para ello, es imprescindible contar con los dos futbolistas que más tiempo llevan inmersos en el cholismo. Koke desde antes de la llegada del técnico. Y Giménez cumple ya diez años ininterrumpidos de rojiblanco. Con la lesión de Barrios, el pivote volvía a quedar completamente desprotegido. Pero el capitán llegó a tiempo y Simeone decidió situarle de partida. Koke estaba para disputar una mitad, desde el cuerpo técnico se eligió que fuese la primera para salir a morder. De nuevo, el plan resultando a la perfección.

Koke es el cerebro del Atlético. El temple en el medio, la primera salida de pelota y la identidad. Acertó en 19 de los 20 pases que intentó (95% de acierto). Encontrando a Nahuel Molina en carrera, a Griezmann por dentro y mostrándose como un apoyo en todas las jugadas. Y Giménez es el corazón colchonero. Su presencia en la retaguardia dota de carácter, juego aéreo, intensidad y velocidad. Ese último detalle permite a la defensa atlética adelantar metros y presionar en campo rival. El uruguayo tuvo que cortar una contra de Rodrygo con una falta que le costó la amarilla, son los riesgos de tener tantos metros a la espalda. Pero es el más capacitado para hacerlo. El trío formado por Savic, Witsel y Hermoso sufrió mucho en Mestalla cada vez que había espacios. Con Giménez (y Reinildo), hay un corrector.

Las lesiones son su gran enemigo. Acabó el derbi tocado, muy fatigado tras completar 88 minutos por primera vez desde su fisura en la tibia. Pero parece que todo quedó en eso. Si tiene continuidad, Giménez es fiabilidad pura. También los problemas musculares han castigado a Koke... y al equipo. Sin el vallecano, el Atlético ha ganado dos partidos de once en las dos últimas temporadas. Con su vuelta en el derbi se recuperó la senda del triunfo. Su sustituto en la segunda mitad fue un Witsel que demostró que todavía puede sumar minutos en el medio a buen nivel. Pleno de acierto en los pases (17 de 17), su veteranía y saber estar le hace llegar a donde su velocidad ya no se lo permitiría si no saliese un segundo antes. Un partido entero se le puede hacer largo, pero su segunda mitad fue de categoría. Ante el Real Madrid se vio un Atlético que siempre es más reconocible con Koke y Giménez sobre el césped.

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