ATLÉTICO DE MADRID

Koke recupera el timón

La mejoría del capitán rojiblanco en sus tres últimas titularidades como pivote coinciden con un Atlético de Madrid más fluido y reconocible. Alcanzó los 400 partidos en Primera.

Cuando Koke está bien, el Atlético es otro. Un equipo mucho más reconocible, que sabe a lo que juega, con automatismos y conexiones colectivas y un bloque más unido tanto en ataque como en defensa. El capitán no está viviendo su mejor temporada, con problemas físicos, carga de partidos, dificultades para acelerar el juego y una puesta a punto para el Mundial acelerada que no le permitió estar en Qatar en su mejor versión, contrastando con el papel protagonista que había tenido en la pasada Eurocopa.

Sin embargo, Koke es el pegamento de este equipo. Y en los últimos partidos su notable mejoría ha venido acompañada probablemente del mejor y sobre todo más regular Atlético del curso. Un equipo que concede menos ocasiones, más fuerte en la retaguardia y que combina más rápido para generar peligro en el área rival. La falta de acierto de cara a puerta sigue siendo un hándicap para un equipo al que le cuesta matar los partidos, pero ante Osasuna pudo retener el resultado con esa sensación de bloque del pasado.

Y Simeone ha vuelto a recurrir a Koke como ancla y pivote del equipo. Esa función que tan bien desarrolló en el año del último título (2020-21), pero en la que sufre si no está en plenitud física o si el equipo rehúye del balón. Durante buena parte del curso el Cholo había tirado de Kondogbia o Witsel para tener un perfil más posicional y físico en ese puesto. Sin embargo, con Koke fino no tiene dudas en su apuesta. Tras comenzar desde el banquillo el duelo copero ante el Levante, el capitán regresó al once contra Valladolid, Real Madrid y Osasuna. Tres partidos donde el Atlético ha sabido competir y ha tenido un punto más de velocidad para conectar defensa y ataque con el vallecano como pieza clave.

Koke ha sido el encargado de dar el penúltimo pase en los dos últimos goles de Morata, ambos de bellísima factura. Ese envío que rompe líneas y con el que encontró a Griezmann ante el Valladolid para el taconazo precioso del francés y el posterior recorte y golazo del ariete y en el derbi con un fantástico pase por encima de la defensa para el desmarque de un Nahuel Molina que puso el centro ideal para que Morata la encajase en la red. También contra Osasuna dejó varias acciones para favorecer los ataques de su equipo, especial mención a una gran acción individual encontrando a De Paul en la mediapunta. El argentino es un jugador nuevo y el principal beneficiado de ese papel revitalizado de Koke.

Ambos han formado el centro del campo colchonero en los dos últimos partidos, con la presencia de Lemar tirado a banda izquierda y la modificación ante Osasuna de Pablo Barrios para reforzar el medio y ganar argumentos con la pelota. Y Koke y De Paul prácticamente han calcado sus números en el derbi y en El Sadar. De primeras, los dos han jugado los mismos minutos, saliendo sustituidos a la par. Y han completado exactamente los mismos pases, 63 en el Santiago Bernabéu y 52 frente a Osasuna. Algo que deja patente el equilibrio y la forma de complementarse en la sala de máquinas, con el vallecano siendo más seguro y con mejor porcentaje en ambos partidos (95,5% de acierto en el derbi y 91,2% en Pamplona) y con el argentino arriesgando más en campo rival y en sus pases largos, como consiguió la asistencia a Saúl en el tanto del triunfo. También a la hora de robar y salir, con Koke sumando 12 recuperaciones y De Paul 15 entre ambos encuentros.

Simeone parece haber encontrado su centro del campo más coordinado y fluido en estos momentos, mejorando también los números sobre la meta de Oblak tras asentarse en la línea de cuatro atrás y olvidando los tres centrales, con una amplia mejoría de Hermoso y Nahuel Molina en ambos lados del campo. “Koke y Griezmann son los pilares del equipo desde hace muchísimos años. A mí me han dado muchísimo y tengo algo especial con ellos. No porque los quiera, más allá del afecto personal tras tantos años, si no por lo que han dado continuamente al club y al equipo. Los necesitamos, que estén bien frescos mentalmente y a través de su juego comienzan a contagiar más cosas”, explicaba Simeone tras cerrar la primera vuelta con triunfo. Un partido contra Osasuna donde se vio a un equipo reconocible y donde Koke alcanzó los 400 partidos en Primera División, todos ellos con la camiseta rojiblanca. Ya solo tiene por delante a Adelardo (401) para situarse a la cabeza también en la competición nacional. Y si aparece el mejor Koke, todo es más fácil.

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