Koke, la leyenda inquebrantable
El capitán acaba otro año como jugador clave para Simeone. Alcanzó su gol 50 con el Atlético, ningún medio lo había hecho en el siglo XXI. Jugador con más partidos y asistencias.
Navidad se escribe con K en el Atlético. Es más, no sería de extrañar que se buscase la fórmula para incluir la letra en el nombre del estadio o en la futura Ciudad del Deporte. Porque Koke (el 8 de enero cumple 34 años) es parte del escudo, patrimonio del club. Su capitán y hombre récord. Ante el Girona dio carpetazo al año 2025 con 708 partidos a su espalda. Y en Montilivi alcanzó los 50 goles con la camiseta del primer equipo.
El vallecano se ha inspirado. Su golazo por la escuadra desde fuera del área abrió el camino al triunfo como ocho días antes había hecho su gol al Valencia aprovechando un balón suelto en el área. Dos dianas en los dos últimos partidos de Liga para recuperar una faceta venida a menos según fue retrasando metros sobre el verde. Simeone le explotó en sus primeras temporadas caído a banda como llegador y asistente centenario. Pero con la salida de Tiago, Rodrigo y Thomas fue el capi quien salió al auxilio del ancla del equipo. Fue en la temporada 2020-21 cuando se instauró en el pivote. Para ganar la Liga con un papel capital. Pero bajando su rendimiento estadístico.
Koke sumó un gol ese curso mágico, ninguno entre los 92 partidos de las dos siguientes campañas y uno en la 2024-25 hasta el actual reencuentro anotador. Para alcanzar los 50 tantos que solo habían hecho seis centrocampistas en el Atlético con anterioridad: Luis Aragonés (172), Peiró (127), Adelardo (113), Irureta (68), Marina (64) y Arencibia (57), según la estadística del propio club. Otro fútbol, con Marina como medio más moderno en lograrlo... en 1990. Nadie en el siglo XXI. Pero Koke siempre rompe barreras.
El vallecano es, además del jugador con más partidos en la historia del club, su máximo asistente. La estadística de Infoatleti sitúa a Koke con 110 pases de gol. Transfermarkt le eleva a 121. Una faceta donde también ha ido perdiendo producción con la edad y el repliegue en su posición sobre el campo. Pero que vivió temporadas totalmente colosales. Como prueba, la 2013-14, cerrada con el título de Liga y la final de la Champions. Koke hizo seis goles y 16 asistencias. En la 2015-16, de nuevo con final europea, también alcanzó la participación directa en 22 dianas (cinco tantos y 17 pases de gol).
Koke sigue grabando a fuego su nombre en la historia del club. El motor del equipo y el ritmo. El único que ya estaba en el vestuario cuando Simeone llegó para cambiar la historia del Atlético. Aunque el Málaga llamaba a su puerta, el Cholo vio la madera que puliría hasta convertir en diamante. El fútbol de Koke no puede medirse únicamente en goles. Aporta kilómetros, visión, inteligencia, ayudas, recuperaciones... Pero sí ha dejado huella de cara a puerta. Desde su primer gol, el 26 de febrero de 2011. En una faceta en la que apenas se ha prodigado, pero con un cabezazo contra el Sevilla que venía a mostrar que tenía mucha cabeza para dirigir el juego del equipo.
Los goles de Koke fueron determinantes para ganar su primera Liga. Para tumbar al Málaga por 0-1 en la Rosaleda (4-1-2014) y dejar patente que el equipo iba muy en serio a por ese título. Ese mismo curso había marcado para vencer en Anoeta (1-2), en Elche (0-2), en el empate en el derbi contra el Real Madrid (2-2) y en el triunfo básico en San Mamés (1-2, el 29 de marzo). E hizo el gol para derrotar al Barcelona en el Vicente Calderón en aquella noche mágica donde superó los cuartos de final de la Champions (1-0, el 9 de abril de 2014).
Koke ha dejado partidos difícilmente alcanzables para otro mediocentro. Como su gol y tres asistencias en un mismo partido de Champions, ante el Malmö. Y diana y doblete de asistencias para vencer en campo del Espanyol (1-3). El capitán ha visto puerta también en la Supercopa de Europa de Tallin (2018) para derrotar al Real Madrid (2-4) y levantar el título. Y en la Supercopa de España en Arabia (2020), para ganar al Barcelona en las semifinales (2-3). Hizo un gol en Cádiz (31-1-2021) en el curso de su segundo título en Liga. Y ha dejado pases de gol icónicos.
Probablemente el más inolvidable en su carrera será el centro para el gol de Miranda en la final de la Copa del Rey de 2013 que tumbó al Real Madrid. Meses después repetiría fórmula con Diego Costa para ganar en Liga en el feudo blanco. Sus asistencias a Griezmann y Gabi en la final de la Europa League de 2019 contra el Olympique de Marsella. O más recientemente a Memphis para la remontada en la eliminatoria de Champions contra el Inter en 2024. Un futbolista inigualable. Que, cuando parecía en el ocaso, se ha reinventado. Y vuelve a ser imprescindible. Partido a partido. Pase a pase. Gol a gol. La leyenda inquebrantable.
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