Kirian y Unai García se esperan para firmar las tablas

El partido, ya desde el principio, fue una auténtica declaración de intenciones. Mientras que Osasuna salía con una empalizada de cinco futbolistas atrás, Kirian cogía el timón de Las Palmas en ausencia del sancionado Perrone. La formación rojilla cedió descaradamente el balón a la hueste grancanaria sabiendo que quitárselo era imposible, por lo que no le quedaba más remedio que esperar una oportunidad tras pérdida insular. De hecho, la posesión amarilla llegó a rozar el 89% en determinados picos de la primera parte, 73,1-26,9 al final de la misma.

Sea como fuere, cada uno con sus armas, tan distintas como válidas, cualquiera de los dos equipos tuvo sus opciones, pocas, de victoria. En cualquier caso, si el empate no sabe a gloria se queda cerca. Este punto les deja todavía más cómodos en la zona templada de la clasificación, de momento mucho más cerca de Europa que del averno. Un punto que enaltece la gran temporada de Las Palmas y Osasuna.

Comenzaba Las Palmas bailando su tango particular con el cuero, encerrando poco a poco a Osasuna en su área. Si bien pronto un excelente pase filtrado de Moleiro a Marc Cardona no acabó en gol por la pericia de Herrera, en el minuto seis Las Palmas reclamó un penalti de este sobre Marvin que el VAR, al que el desconcertante Munuera tuvo que acudir, demostró que no era. No se vino abajo el equipo de García Pimienta, que seguía amasando posesión pero tampoco es que tuviera una claridad excesiva en ataque. Mucha pasión, poca cabeza. Paciencia, escasa. Mala combinación.

Ocurría que Osasuna cada vez cerraba mejor los pasillos interiores y tampoco es que Marvin y Moleiro desbordaran por la banda, tampoco Sergi Cardona. Las Palmas seguía tocando el balón pero perdía intensidad y la formación navarra empezaba a espabilar. A su manera continuaba renunciando al cuero pero contenía bien las acometidas de la UD. Hasta tuvo una buena ocasión cuando Mojica centró al corazón del área de Valles pero Raúl remató muy alto. Las Palmas reclamó un nuevo penalti, este por una mano de Catena que no fue considerada como tal ni por Munuera ni por el VAR.

Revolución

El duelo sufrió una pequeña revolución tras el descanso. Así, en apenas tres minutos, del 49 al 52, marcaron Unai y Kirian. El primero marcó un golazo tras reventar la pelota a centro del activo Mojica, mientras que el capitán de Las Palmas se aprovechó de un mal despeje de Herrando para hacer su sexto gol del presente curso futbolístico. Eran, además, los respectivos primeros tiros a puerta de cada equipo.

Ni que ambos estuvieran satisfechos con el empate, el partido bajó algo su voltaje. Ocasiones claras, pocas. Si acaso, aquella de Unai tras un córner. De milagro no hizo doblete. Las Palmas apretó más, pero no con claridad. No es que le ayudaran mucho las entradas de Campaña, que debutaba, Sandro o Munir, que no era suplente desde la primera jornada, cuando el Mallorca visitó el Estadio de Gran Canaria. Tampoco había necesidad, para ninguno, de arriesgar demasiado. El empate, justo y bueno para los dos equipos.