Kessié, goles épicos en memoria de su padre

En el día del Padre, nada pudo emocionar más a Franck Kessié (Ouragahio, 19-12-1996) que hacer un gol. El saludo militar del Presidente cada vez que hace un gol es un recuerdo a su progenitor, militar fallecido en la primera guerra civil de Costa de Marfil cuando tenía once años. “Cuando llegaba alguien de más edad que él, les hacía este saludo como señal de respeto a la otra persona. Por eso se me quedó esta imagen en la cabeza”, explicaba recientemente el marfileño en una entrevista concedida a Mundo Deportivo.

Como tantos otros en la historia del Barça, Kessié se ha convertido en un héroe por accidente. Su gol sobre la hora, que casi firma una Liga, y su casi gol en el Bernabéu en la ida de la semifinal de la Copa del Rey, le hará ganar adeptos entre afición y crítico. Como tantos otros centrocampistas que han llegado en los últimos años al Barça (Paulinho y Arturo Vidal los últimos), Kessié es un futbolista bajo sospecha por su manera de jugar e interpretar el fútbol. A los que dudaban de su calidad, el ex jugador del Milán les mandó un mensaje con su golpeo, limpio de interior, en la acción del 2-1.

Lejos de molestarse por su suplencia (“dudé hasta el final”, admitió Xavi después del partido), entró al partido con un nivel de actividad altísimo. Eso le permitió intuir por dónde iría la jugada cuando Lewandowski envió el balón al espacio a Balde. Cuando el Presidente marcó, el Camp Nou enloqueció. Y no sólo los aficionados. También sus compañeros. Kessié es un jugador muy valorado en el vestuario. Tiene carisma y talante. Hace un par de semanas, cuando Ansu le pidió a Ferran tirar un penalti contra el Valencia, el marfileño, que era el especialista en el Milan, se acercó. Y no para pedir el balón, sino para poner paz entre sus compañeros. Los técnicos, además, aprecian ese compromiso con el grupo y también su capacidad de sacrificio. Kessié es, además, según estadísticas internas que maneja el cuerpo técnico, el jugador que más metros corre hacia atrás cuando hay una pérdida de balón.

Buen manejador de los idiomas (aprendió el italiano en apenas un año y se puso un profesor en español nada más llegar), Kessié ha prometido que continuará en el Barça la próxima temporada. De momento, ya ha entrado en el corazón de la ‘gent blaugrana’.