BARCELONA

Juan Villoro: “Cuando pierde tu equipo, sólo queda la literatura”

César Juárez Caudillo

Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) es un escritor fabuloso, un conversador superlativo y encima es del Barça. Acaba de publicar “No fue penalti. Una jugada en dos tiempos” (Editorial Almadía) un cuento explicado dos voces, la del entrenador que se juega el cargo y la del responsable del VAR, que tienen muchas cuentas pendientes. Una historia que remite al mejor Roberto Fontanarrosa, que no es poca cosa.

¿Cómo surge la idea de ‘No fue penalti’?

Hace tiempo un amigo actor me dijo que quería hacer un monólogo sobre los pensamientos de un entrenador en el área técnica, donde está cautivo, donde sufre y no pueden intervenir en el juego y pensé en un relato en primera persona que hablara del entrenador, pero en el camino recordé una jugada que marcó a mi generación.

¿Cuál fue?

Una fractura de Alberto Onofre que en la última jugada del último entrenamiento de la selección mexicana antes del Mundial’70, que se jugaba en México se fracturó la tibia y el peroné. Yo tenía 14 años.

¿Era la estrella?

Era un medio que empezaba las jugadas como un 10 y acababa como 9. Había sido campeón con Guadalajara, las esperanzas estaban cifradas en él. Fue un golpe brutal para mi generación. Esa jugada me persiguió durante mucho tiempo.

¿Y qué pasó?

Luego me enteré de que el jugador con el que había chocado, Juan Manuel Alexandres, abandonó el fútbol a raíz de esta jugada por sentirse culpable.

¡Y sin redes sociales!

Imagina, lo hubieran machacado. Por culpa de su mala conciencia se jubiló del fútbol como Onofre, que no volvió a ser el mismo. De hecho, Onofre pidió que le operaran con la camiseta de la selección puesta porque era consciente de que era la última vez que la iba a vestir. Esa circunstancia destruyó a dos jugadores y las expectativas de una generación.


Onofre pidió que le operaran con la camiseta de la selección puesta porque era consciente de que era la última vez que la iba a vestir.

Y entonces les dio una segunda oportunidad para reencontrarse en su libro…

Sí, y utilicé el VAR, que ha cambiado las reglas del juego. Y fabulé que ambos se encuentran, uno como entrenador y otro dirigiendo el destino desde el VAR. Y armé la historia vistiendo las dos versiones del relato.

¿Es el VAR es un invento maligno?

Efectivamente. No ha solucionado el error, lo ha diferido. Lo que se decide ahí no se ajusta a lo que pensamos y le ha dado falsa cientificidad al juego. Un centímetro que según el VAR da ventaja a un delantero no es tal. Es una forma de FIFA para presumir de justicia tras los escándalos que habían llevado al FIFA gate. Es una compensación ideológica para sanear el juego.


Lo que se decide ahí no se ajusta a loque pensamos y le ha dado falsa cientificidad al juego. Es una compensación ideológica para sanear el juego.

¿Lo ha conseguido?

Creo que lo han empeorado. Enfría la pasión. Metes un golazo y luego la jugada se revisa y en dos minutos largos veremos si el legítimo o no y eso sabe a guiso recalentado.


El VAR sabe a guiso recalentado

¿Reivindica la figura del entrenador ‘de antes’ en su libro?

La zona técnica es oficina del dolor para esos entrenadores que desaparecen. España tuvo a ejemplares como Clemente o Del Bosque que aplicaban el sentido común según sus creencias, pero generaban confianza y entendían el juego con teorías simples, no como Sacchi. Yo admiro a los entrenadores bomberos que sobreviven para salvar equipos. Algo que se está perdiendo.

¿También en México?

En México sólo hay cuatro entrenadores mexicanos, los equipos quieren entrenadores sofisticados, generalmente argentinos, que son la sofisticación pura ante los mexicanos que vienen de potreros.

En su libro, la figura de ‘El Tanque’ me recordaba todo el rato al Vasco Aguirre

Es cierto, es un gran ejemplo. Es un gran entrenador de equipos pequeños. Yo le vi jugar al Vasco y le expulsaron una vez en el minuto dos. Tenía méritos de rudeza.

Frase de su libro “Hay que pegar pronto para avisar que vas a pegar”.

Pasa en todos los equipos. Hasta Valdano en el Tenerife construyó un equipo que pegaba por encima de la retórica de su entrenador.


Hasta Valdano en el Tenerife construyó un equipo que pegaba por encima de la retórica de su entrenador.

Otra: El VAR es operar mientras se camina

Claro, es difícil registrar de inmediato lo que sucede.

¿Sigue al Barcelona?

Desde luego, por la televisión satelital, lo que me complica la vida. Mi padre nació en Barcelona y mi primer regalo fue un llavero del Barça, pero en esa época, el Barça era un equipo fantasma que jugaba en mi imaginación. Lo vi jugar por primera vez en un torneo en México por 1962 en un hexagonal. Era un equipo conjetural para mí. Sigo la liga española con interés.

¿La televisión quita la magia al fútbol?

Leí un texto maravilloso de Zubizarreta en el que explicaba que oía por radio las paradas de Iribar y probablemente nunca un portero ha jugado tan maravillosamente como Iribar imaginado por Zubizarreta. Eso de añorar los héroes sin verlos es mágico. Mi primer Mundial, que fue el de Chile en el 62. Lo seguí por radio y el partido dramático de México fue ante España.


Nunca un portero ha jugado tan maravillosamente como Iribar imaginado por Zubizarreta

¿Me habla del gol de Peiró?

Una carrera de Gento gigantesca que culminó Peiró en Valparaíso en el último minuto. Ignacio Trelles, el seleccionador, le dijo al Negro de Águila, “no dividan el balón, saca en corto y haz tiempo”. No lo oyó el Negro y la tiró larga y llegó la carrera de Gento y el gol que no he olvidado. Por eso me dediqué a la literatura para cambiar finales. Cuando pierde tu equipo sólo queda la literatura.

¿Cómo ve al Barcelona?

Pasa por una transición. Los peores enemigos han sido ciertos directivos terribles. A Laporta le hicieron moción de censura. No se pudo reestructurar el equipo a pesar del regreso de Xavi, que ya era entrenador cuando jugaba. El equipo tiene mejores elementos, pero no han enderezado el rumbo. Pero el fútbol es tan generoso que ahora me fijo en el Girona

¿Qué opina de la salida de Messi?

Fue un drama la gestión de Bartomeu. Se maltrató a Messi. Contrataron a personas en las redes para hablar bien de la junta en las redes y mal de los jugadores. El más importante del mundo quería escaparse del contrato. Ahora le veo disfrutando en Miami contra todos los pronósticos. Se la está pasando magnífica en un equipo de jubilado. Son como los Stones, unos maravillosos vejestorios que te la hacen pasar muy bien.


Messi en Miami es como los Stones, unos maravillosos vejestorios que te la hacen pasar muy bien.

¿Qué opina de que haya más gente en la sala VOR que en el campo?

Es muy revelador, porque no sabemos quién toma las decisiones. Por qué hay tanta gente. No hay transparencia de lo que pasa. En la liga chilena se han dado llamadas que han llegado a la sala y han cambiado decisiones

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