BETIS

Joaquín, eternidad y emoción

El adiós del portuense deja atrás una carrera de éxitos y vislumbra un futuro de interrogantes. Todos se rinden a su talento. Tiene nueve partidos más con el Betis hacia otro récord.

TONI RODRIGUEZDiarioAS

Joaquín anunció ayer su retirada tras 23 años en la élite del fútbol. A sus 41 años, dice adiós una leyenda del Betis y un jugador convertido en historia de la Liga. “Una ventana hacia la eternidad”. Así definió el portuense la realidad que supone su marcha. Se despide tras una carrera repleta de éxitos y de emociones. Con el Betis en su corazón para siempre y pulverizando numerosos récords en el fútbol español. Hubo lágrimas de emoción en muchos. Fue una despedida esperada y a la vez dolorosa. Al final de esta campaña, colgará las botas con la certeza de que dio mucho a todos. “Durante 23 años he intentado hacer de mi fútbol un arte y que fuese recordado de generación en generación”, avisó en su despedida. Y queda claro que lo consiguió.

“No es fácil, algunos lo entenderéis y quizás otros no”, insistió tras anunciar su retirada al término de la presente campaña. “Pero llegó el momento”, insiste. Su adiós se hará efectivo mientras aún es un brillante protagonista sobre el césped en el exigente plan de Manuel Pellegrini. “Si vamos a la Champions y me voy, sería para matarme...”, esbozó hace algunas semanas sobre la decisión que aún debía tomar. Había esperanzas en Heliópolis acerca de una renovación que ya no llegará. Tiene aún el fútbol. Tiene todavía el liderazgo. Y tiene la magia que le hizo siempre desplegar alas por su banda derecha. Hace unos días, se abrazó a Rafael Gordillo mientras el lateral zurdo conocía que su nombre era el elegido para la futura ciudad deportiva. Nunca esquivó momentos de emoción.

Y el fútbol se rinde ante su marcha. “Ha sido un honor compartir todos estos años de fútbol con una leyenda del Betis que representa los mejores valores de nuestro deporte”, le dedicó el Real Madrid a través de sus redes. No fue el único club. Valencia, Málaga o Fiorentina también vibraron con él. Hasta el Albacete soñó con ello durante un instante en el 2006 y lo recordó en este momento: “Quedó algo pendiente entre nosotros”. Excompañeros, rivales, amigos, mandatarios... Todos quisieron lanzar un guiño de emoción en el adiós de un futbolista que no pasó desapercibido para nadie. Siempre hubo una sonrisa en escena. Pero también un talento infinito.

Sus dos títulos de Copa del Rey con el Betis quedan en la historia del club verdiblanco. Su eterno capitán. Su finta infinita. Su centro milimétrico. También levantó otra Copa del Rey con el Valencia y siempre dejó huellas que quizás merecieron incluso más. Su vuelta a Heliópolis en 2015 aún está en los recuerdos de los béticos con esa fiesta en el Villamarín. Le quedaba aún mucho fútbol en sus botas y lo siguió explotando con Quique Setién, con Rubi y con Manuel Pellegrini. Sus 615 partidos en Primera lo acercan al récord de Andoni Zubizarreta de 622. Y tiene nueve partidos por delante para soñar con todo. Con la Champions de su Betis. Y con su nombre en lo más alto. Aunque ya lo esté.

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