Javi Hernández congela Vallecas

El granizo despertó el partido. Esa tromba de lluvia y hielo detuvo el cronómetro en el 60′, pero reactivó el juego que a partir de entonces deparó ocasiones y goles. Emoción hasta el último suspiro ya que los dos equipos con menos pólvora de Primera dejaron los deberes para el final. Lejeune abrió el marcador en el 89′ y, cuando parecía que la ‘Vida Pirata’ volvería a sonar cinco meses y medio después en Vallecas, Javi Hernández heló la sangre de la grada con el empate en el 103′.

El Cádiz entró antes en calor y al duelo, espoleado por la necesidad, un arma peligrosa. Javi Hernández salió como un resorte para impedir un mano a mano entre Trejo y Ledesma y los visitantes se hicieron asiduos por los dominios de Dimitrievski. Eso sí, los amarillos apretaban, pero no ahogaban. De hecho, un remate de Robert Navarro se perdió desviado. Más peligro llevó un misilazo de Isi, desde la frontal, que despertó a Ledesma para firmar el primer paradón de la tarde. El cancerbero argentino también respiró cuando De Tomás cruzó demasiado un tiro.

A partir de ahí, el foco recayó en Dimitrievski, en sus puños y sus despejes, porque los de Pellegrino estaban erre que erre, a pico y pala, en busca del gol perdido. Suyas eran la posesión y las ganas. Maxi Gómez lo intentó de varias maneras, pero si no se le iba desviado por los pelos, se topaba con el meta normacedonio. Él era, sin duda, el más activo de los franjirrojos. Un remate de Trejo puso el uyyy en la garganta de la grada, que vio cómo se les resistía el 1-0 por apenas unos centímetros. Así, con un frío 0-0, se llegó al descanso.

La lluvia hizo acto de presencia y el Cádiz volvió a salir en tromba para ver si conseguía mojar por fin. Dimi se sacó un paradón a un cabezazo de Sobrino y Ledesma se animó, repeliendo otro trallazo de RdT. La agua se tornó en granizo y el césped se cubrió de una capa blanca. Alberola Rojas decidió parar el partido en el minuto 60, mientras el técnico local, Iñigo Pérez, en sudadera, no daba crédito y la afición resistía cantando en la grada: “¡Este es nuestro estadio, no nos moverán!”. A los doce minutos, se reanudó el encuentro.

El juego tardó un poco más en aparecer, más o menos lo que tardó Lejeune en cabecear un balón. Los franjirrojos se mostraron más activos, pero el marcador parecía congelado. Fue, de nuevo, Flo I de Vallecas quien reinó en medio de la lluvia, del frío, del hielo. El central aprovechó una mala salida de Ledesma, después de un córner botado por Isi, para poner el 1-0. El final prometía suspense y microinfartos varios. Por su parte, Javi Hernández aprovechó un gran pase de Víctor Chust y puso el empate en el añadido, insuflando una bocanada de oxígeno a un Cádiz para el que la salvación empieza a ponerse demasiado cuesta arriba...