Isco, genial en ataque, corre como Fernando

Isco está entusiasmando por su repertorio en el juego, aderezado de una versión desconocida de despliegue físico y solidaridad, sin estar todavía en su punto álgido de ebullición. De su espíritu de liderazgo poco queda por decir. Es un genio que estuvo encerrado demasiado tiempo en los tarros de Zidane y Ancelotti. Nada importa sobre a quién achacarle tal desperdicio de talento durante años. El Sevilla está aprovechando su libertad. Corre como Fernando y juega como los magos.

Julen Lopetegui, quien más insistió en sumarle a su cuarto proyecto, encontró a su guía. Con un Sevilla desdibujado, el malagueño proyecta su personalidad para comandar las acciones de ataque. Y no sólo desahoga al equipo con sus protecciones de balón, se desvive en labores defensivas, una virtud desconocida en su catálogo. Su despliegue maravilló ante el Espanyol. Desde el 18 de abril de 2021, en la jornada 33 en Getafe, aún con Zidane, no había disfrutado un encuentro completo. Frente al Villarreal fue el segundo consecutivo y eso que había competido casi en su totalidad el compromiso en Copenhague de Champions, uno de los motivos para firmar por el Sevilla. Seguir apareciendo en el gran escaparate del fútbol mundial era uno de sus requisitos innegociables. El reencuentro con el entrenador guipuzcoano hizo el resto.

Sin pretemporada, su estreno como sevillista se aplazó a la segunda jornada de Liga, ante el Valladolid en Nervión. Sus ganas dieron para poco, ya que estaba aún muy lejos del mínimo para competir. Pero no tardó en asumir galones y reclamar protagonismo en Almería en los 25 minutos que jugó. Desde la cita con el Barcelona es titular indiscutible, aunque el depósito no le dé para todos los compromisos en su totalidad. En realidad, el gran peligro que existe con Isco es que se aburra, si no encuentra más socios de su nivel.

En los dos encuentros europeos, recorrió 19,3 kilómetros en 162 minutos. Prácticamente lo mismo que José Ángel, un portento físico, en 180 minutos y casi al mismo nivel que Fernando, que en 90 minutos bregó 11,2 kiómetros, apenas 5 metros más por minuto de media que el malagueño. Es en Champions donde se destapó como un experto recuperador, con 6 balones, uno más que Fernando, un consumado especialista, y solo por detrás de la terna defensiva que componen José Ángel y Gudelj (8) y Nianzou (7).

Sus pases excelsos no tuvieron premio por las carencias en la puntería de sus compañeros. En los primorosos veinte minutos del Sevilla ante el Barcelona, dos asistencias magistrales del malagueño no acabaron en celebración por el desacierto de Rakitic y En-Nesyri. Esta versión de Isco fue la que imaginó Lopetegui, que confía en ir añadiendo más piezas a la maquinaria, tras el parón de Liga.