Inquietud blanca, peligro amarillo

Con un partido más, el Madrid ha marcado dos goles más (22-20) y ha encajado los mismos (ocho) que la temporada pasada a estas alturas, muestra de que en fútbol los números no lo dicen todo, porque con esos datos solo ha ganado un partido de cinco fuera de casa, tiene tres puntos menos, ha caído en su segundo partido en la Champions y se ve envuelto en un malestar general inesperado. Los 44 goles que traía Mbappé de París parecían pesar más que las salidas de Kroos, Nacho y Joselu y, sin embargo, todo está yendo a peor (sigue en directo el partido de hoy en As.com).

Mbappé vuelve hoy al once inicial tras perderse el derbi y jugar, sin pena ni gloria, la última media hora en Lille. Pese a la Eurocopa, que redujo al mínimo su pretemporada, está en su mejor promedio goleador (siete tantos por ocho del año pasado, tres de ellos de penalti tanto en un curso como en otro), pero su peso en el equipo no ha sido el esperado. Lo mismo podría decirse de Vinicius, autor de tres goles y cinco asistencias, mejores datos que hace un año, cuando se perdió cuatro partidos por una lesión en Vigo. Sus números no reflejan el bajón en juego. Sí en el caso de Bellingham, que había marcado, hasta principios de octubre de la temporada precedente, ocho goles y en esta aún no se ha estrenado. El cambio de rol le ha alejado del área, pero tampoco ha brillado ni como organizador ni como asistente.

En cualquier caso, los tres estarán hoy en un once que será de gala. Suele ser costumbre en Ancelotti antes de los parones FIFA. Aún así, quedan ciertas dudas. Militao salió tocado de Lille y, aunque entró en la lista, no es seguro en el once. La alternativa es Tchouameni, apagadísimo como centrocampista, pero con unos números impecables como central: el Madrid no ha perdido en ninguno de los once partidos en que Ancelotti le puso ahí.

Otra cuestión pendiente es Arda Güler, una gran apuesta del club al que Ancelotti no ve como centrocampista puro. Solo ha sido tres veces titular, síntoma de que para el técnico está muy lejos de ser jugador principal. En la portería se estrenará en la Liga Lunin y en la lista entró Ceballos, que llevaba parado más de un mes.

El efecto Marcelino

El Madrid tendrá enfrente a un Villarreal, tercero, insólitamente revitalizado por Marcelino, uno de esos entrenadores de efecto inmediato. El año pasado tomó al equipo decimocuarto, después de que el club despidiera a Setién y Pacheta, y le faltaron solo tres puntos para meterlo en Europa.

Este año se esperaba una transición difícil. Perdió al segundo goleador de la Liga (Sorloth) y salieron jugadores importantísimos en las últimas temporadas: Jorgensen, Mojica, Alberto Moreno, Trigueros, Reina, Coquelin, Capoue o Guedes. Con los 74 millones que dejaron las ventas, el club incorporó diez jugadores. Algunos, contrastados (Ayoze, el chollo del verano por cuatro millones, Gueye o Bernat); otros, semidesconocidos (Luiz Junior, Kambwala, Barry o Diego Conde) y uno, Pepé, que parecía perdido para la causa.

Pepé asomó en el mundo del gran fútbol hace siete años, cuando su equipo, el modesto Angers, llegó a la final de Copa de 2017. Cayó ante el PSG, pero ayudó al gran salto del jugador, por el que el Lille pagó 18 millones. Dos años después el Arsenal le fichaba por 62 más después de que el delantero firmase 37 goles en el equipo del norte de Francia. El primer año en la Premier resultó aceptable, en el segundo hizo 16 tantos, pero luego todo se torció.

“En Londres sufrí un acoso. Yo no pedí que pagaran 80 millones por mí”, afirmó en L’Equipe para explicar cuánto le afectaron las críticas: “Fue una especie de trauma, como si me hubiesen quitado la pasión. Sentía aversión por el fútbol y pensé en dejarlo. Se hablaba de mí como el mayor fracaso en la historia de la Premier”. En 2022 fue cedido al Niza y en 2023 se marchó gratis al Trabzonspor. Este verano, como agente libre, el Villarreal vio en él una oportunidad. En tres partidos como titular ha marcado un gol y ha dado otro. Ausente por lesión Ayoze, segundo anotador de la Liga (seis goles), todo apunta a que formará pareja con Thierno Barry, una apuesta de futuro que, con solo 21 años, ya ha jugado en las ligas francesa, belga y suiza.

El asistente de la Liga

Sí estará disponible el internacional Yéremy Pino después de dos partidos fuera, pero la verdadera estrella de este Villarreal es Álex Baena, máximo asistente de la pasada Liga (14) y también de esta (5). Nacido en Roquetas (Almería), probó con solo nueve años en el Madrid, pero acabó fichando con once por el Villarreal. Maravilló en cada una de las categorías de la cantera, estuvo en todas las selecciones inferiores de España, debutó con Javi Calleja en 2019 y dio el gran salto en su año de cesión al Girona de Michel, el entrenador que le cambió la vida.

“Tiene calidad para tomar buenas decisiones y buen pie para ser preciso”, dijo de él Marcelino el jueves en El Larguero. Su temporada pasada resultó inmejorable: debutó con la Selección en septiembre, conquistó la Eurocopa con España (jugó dos partidos, ante Italia y Albania) y fue figura principal en la conquista del oro olímpico en París. A pesar de no haber tenido prácticamente descanso, su comienzo de temporada ha resultado espectacular, hasta el punto de haber remolcado a zona Champions a un equipo con bajas notables como las de Gerard Moreno, Foyth o Pedraza.

El Villarreal ha sido el último equipo capaz de ganar en el Bernabéu, precisamente el día en que Valverde golpeó a Baena ya fuera del campo, hecho que motivó una denuncia del jugador almeriense archivada por un juzgado. Aquello sucedió en abril del 2023 y fue ante un Villarreal menos armado que este, invicto a domicilio. La amenaza amarilla es real.

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