BARCELONA

Iñaki Peña disipa cualquier posible duda

Fue decisivo en la Champions ante el Oporto con su parada a Varela, voló a remate de Memphis y se hizo enorme ante Correa para amarrar la victoria ante el Atlético.

ALBERT GEAREUTERS

Decida operarse o no, en el Barça nadie debe temblar por la posible baja de Ter Stegen. Sigue habiendo portero bajo los palos del Lluís Companys. A Iñaki Peña, que durante mucho tiempo ha vivido bajo la sombra del alemán, le ha llegado su momento. Y lo está aprovechando con creces.

No lo tenía nada fácil. La figura de Ter Stegen es indiscutible. Y su ambición por jugarlo todo y más, también. Sin ir más lejos, el del Atlético era tan solo el octavo partido del alicantino defendiendo la portería azulgrana. La inactividad de Iñaki Peña en la competición todavía le da más mérito a lo que está haciendo.

Se puso bajo palos como titular por primera vez en LaLiga ante el Rayo Vallecano y unos días después asumió la responsabilidad en un partido clave para el club en lo deportivo, económico y social ante el Oporto en la Champions. Contribuyó de manera decisiva a lograr el triunfo ante los portugueses con paradas de muchísimo mérito.

Se lució ante Galeno y Evanilson y justo antes de llegar al descanso salvó al equipo en un remate colocado de Varela que en el Oporto ya cantaban gol. Menos trabajo tuvo en el segundo tiempo, aunque no perdió en ningún momento la concentración.

Contra el Atlético, fue el otro héroe azulgrana junto a João Félix. Seria justo compartir entre los dos la responsabilidad del triunfo que mantiene al Barça en la lucha por LaLiga. Hizo dos intervenciones absolutamente espectaculares y en momentos clave porque se acercaba el final del partido.

En la primera, Iñaki Peña voló para desviar con la mano un lanzamiento de falta de Memphis Depay que se colaba por toda la escuadra. El balón llegó a impactar en la cruceta antes de salir despedido. Fue una parada descomunal, de aquellas que los fotógrafos pueden hacer posters para colgarlos en la pared. Recibió felicitaciones de muchos de sus compañeros, ya no solo por la acción en sí, de enorme mérito, sino porque sabía perfectamente que los había salvado del empate.

Y también estuvo enorme en el último suspiro del partido cuando Ángel Correa se quedó solo ante él dentro del área. Era una situación de cara o cruz tanto para el portero como el delantero. Pero Iñaki Peña no se puso nervioso. Situó su cuerpo como manda el manual en estos casos y se agrandó delante Correa, que vio la portería más pequeña, para acabar atajando su disparo con la mano. No hubo tiempo para más.

Se ganó la ovación dentro del vestuario

Iñaki Peña es un jugador querido dentro de la plantilla. Por su talante y porque tiene la capacidad de trabajar de forma discreta y sin hacer demasiado ruido. Como muestra, las felicitaciones que recibió después de su parada a Memphis, cuando corrieron a felicitarle y también por el recibimiento que le dispensaron al llegar al vestuario. El portero alicantino fue ovacionado por sus compañeros, que, con esos aplausos, quisieron reconocerle el mérito a su partidazo.

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