Iñaki alumbra al Athletic

Cuando pudo parecía no querer y cuando realmente demostró que quería sí que no pudo. Tampoco es que el Athletic le dejara, así que a Las Palmas le toca dormir esta noche con una nueva pesadilla que contar. Más le vale acordarse de ella para no repetir errores tan groseros como, sobre todo, los del primer tiempo, del que nada bueno puede sacar.

Suma, de momento, tres derrotas, esta ante un equipo, el de Valverde, infinitamente superior en el primer tiempo y que, cuando peor lo estaba pasando, primero supo dar un nuevo directo al mentón con el 1-3 y después, frenar cualquier conato de remontada grancanaria. Y todo ello con Jaureguizar expulsado desde el minuto 56. Sin embargo, sacó la cabeza en un duelo que, por momento, fue un meneo de aúpa, sobre todo en esos 45 minutos iniciales.

El primer tiempo fue una verdadera pesadilla para Las Palmas, que no hizo nada bien. Fagocitada y encerrada por el Athletic, una genialidad mancomunada entre Iñaki Williams y Guruzeta le sirvió el gol en bandeja a Sancet, un futbolista delicioso, que no perdonó. Los locales estaban del todo atrapados por la tela de araña defensiva tejida por Valverde y su lenguaje gestual, de brazos caídos, caras largas y reproches entre compañeros, apenas ayudaba. No había, ni siquiera, sensación de orgullo mancillado.

Nico y de nuevo Sancet perdonaron el 0-2, tal era la superioridad visitante, antes de que el menor de los Williams, en una jugada trenzada con su hermano tras una mala salida de Cillessen, que despejó el balón a donde no debía, anotara el segundo gol para los suyos. De Las Palmas no hubo apenas noticias positivas en el primer acto más allá de algún arresto de Sandro o las genialidades ocasionales de Moleiro, como aquel pase tras el que Kirian rozó el gol amarillo.

Un golazo del propio Sandro en la falta generada con la expulsión de Jaureguizar, que llegó tarde y mal al 19 amarillo, que tan felices se las prometía tras el enésimo excelente pase de Kirian, acción igualmente discutida por los visitantes como celebrada por los locales, acaso una jugada aislada, le sirvió a Las Palmas para creer en una remontada imposible tras el 1-3 de Paredes, que de nuevo aprovechó un pase de gol de Iñaki Williams, el tercero de su esplendorosa tarde.

Con el partido agonizando, el 2-3 de Álex Muñoz, a pase de Kirian, alimentó por un rato el orgullo local pero reflejó también la impotencia de un equipo que nada pudo hacer, como tantos otros, por apagar la luz de los hermanos Williams. Cinco jornadas ya es penúltimo y, sumando los 14 últimos partidos de la temporada y los cinco primeros de la actual, suma 19 sin ganar, su peor racha histórica.

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