Hongla, el cemento que Pacheta no sabía que necesitaba
El camerunés convence al técnico como mediocentro posicional, puesto por el que no apostaba, con un partidazo tremendo.
Hay días que una solución desesperada se convierte en una salida muy rentable. Cuando Pacheta quiso parar el destrozo del Celta en Balaídos, tras el descanso, apostó por algo en lo que nunca creyó hasta entonces: meter un mediocentro posicional o defensivo, un hombre que acortara las distancias entre la línea defensiva y los centrocampistas, que no permitiera las carreras de los interiores o de los mediaspuntas rivales, que sirviera de cemento, diera equilibrio y juntara al equipo. El elegido fue Martin Hongla y la experiencia fue satisfactoria para el Real Valladolid.
El pasado viernes, en la rueda de prensa previa al partido, se le preguntó al entrenador pucelano si valoraba cambiar el dibujo y colocar un mediocentro posicional después del encuentro ante los vigueses. Su respuesta fue tan lacónica como falta de concreción, pero la decisión estaba tomada. Hongla había lucido en Balaídos y tendría otra oportunidad en Zorrilla ante el Espanyol. Y el camerunés la aprovechó, vaya que si lo hizo.
Considerado por la mayoría de los aficionados como el mejor jugador del encuentro ante los pericos, el futbolista llegado desde el Hellas Verona en este mercado de invierno fue el jefe en el centro del campo ejerciendo de barredora, cortando mucho balón y siendo una ayuda constante para sus compañeros, dejándose caer, sobre todo, en ayudas a Fresneda en la derecha. Además, estuvo bien con balón, luciéndose en balones largos y llevando la manija del equipo pese a la mirada sorprendida de Roque Mesa, acostumbrado a llevar él el timón.
Hasta aquí, las cuestiones subjetivas. Los datos son evidentes: Hongla recuperó ocho balones a lo largo de los 90 minutos e interceptó uno más, despejando cuatro. En los duelos ganó cinco de los siete que disputó, mientras que vio tarjeta amarilla por una falta dura que hizo, la única del encuentro. Con balón también estuvo bien alternando salida en corto, como en largo y dando otra salida al equipo para liberar a Roque Mesa. Tuvo un 74% de acierto en el pase (29 de 39) y perdió once balones, según datos de Sofascore.