Haller convierte a Juan Cruz en un daño colateral en el Leganés
La presencia del costamarfileño condiciona un once en el que no hay hueco para sus tres atacantes más en forma: Haller, Miguel y Juan Cruz. El más afectado, por ahora, el argentino.
Tiene el Leganés un complicado encaje de bolillos ofensivo. A los pepineros se le acumula el talento en ataque con un a priori intocable (Sébastien Haller) y un daño colateral (Juan Cruz) que condiciona las alineaciones pepineras y hace dudar de los esquemas que habitualmente esgrime su técnico Borja Jiménez, todavía enfrascado en la búsqueda de la cuadratura del círculo que le permita conservar el rigor defensivo que gusta lucir en su pizarra sin tener que sacrificar piezas de un desbordantemente rico. Especialmente a los citados Haller y Cruz amén de un Miguel de la Fuente que sigue siendo una valiosa arma en ataque.
Por ahora, esa fórmula para hacer posible lo imposible no existe. Desde que Haller fichó por el Leganés y debutara con los pepineros en Liga (ante el Betis, derrota 2-0) el entrenador abulense ha ido rotando distintas vías ofensivas. Tres partidos, tres patrones. El último, el del derbi contra el Getafe, fue sorprendente, pero estuvo condicionado por la ausencia de Javi Hernández. Sin el jerezano, afectado por un virus, Borja Jiménez apostó por usar a Juan Cruz de carrilero zurdo. Eso decía el papel.
Híbrido entre el ataque y la defensa
La realidad de su zona de calor señaló al argentino volcado constantemente en ataque y replegado sólo cuando el Getafe tenía el balón como si fuera un defensa, posición, por cierto, que no le es nueva. La temporada pasada en Segunda División, ante la baja de Miramón, el técnico abulense se inventó su presencia como carrilero diestro y funcionó… hasta que los rivales le cogieron el truco.
En Primera, deslizó hace no mucho el mismo Borja, no terminaba de ver a su futbolista en ese rol por faltarle la intensidad defensiva que sí exige Primera. En Getafe, sin embargo, no hubo problema en usarlo en el puesto porque, alegó el técnico, la alineación del rival invitaba a pensar que se pudiera descolgar más en ataque, como así sucedió.
En ataque Borja repitió con Miguel de la Fuente, pero sentó a Haller para dar entrada a Munir, desdibujado y sin presencia en el área de su ex equipo. El costamarfileño fue el sacrificado en su primera suplencia por pura precaución física tras haber jugado ante el Athletic 48 horas antes. Se pretendía evitar lesiones.
Ocho minutos juntos
En el duelo ante los leones, Haller y Miguel maridaron con buen resultado de inicio… pero esa tarde fue Juan Cruz el suplente. Cuando salió, lo hizo por Brasnac (72′) y pudo estar ocho minutos compartiendo ataque con el resto de sus compañeros apenas hasta que Haller se marchó al banco en el 80′. En los 18 minutos que estuvo sobre el verde, Cruz volvió a demostrar ser un recurso ofensivo de peligro constante.
Lo mismo le pasó cuando jugó ante el Betis formando dupla con Haller, solo que en ese partido, una amarilla que vio antes de tiempo hizo que Borja Jiménez lo sentara al descanso dejando al Leganés sin, quizá, su hombre más vertical en esa noche. Un duelo en el que hasta cuatro delanteros (Miguel, Diego, Raba y Munir) se quedaron en el banco sin jugar ni un minuto.
Ahora, ante el Rayo, con todos descansados, está por ver de qué manera trata de encajar Borja todas estas piezas o si, de nuevo, mandarán las rotaciones de un esquema que sigue sin tener hueco para todos.
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