BARCELONA - ATLÉTICO DE MADRID

Griezmann, amenaza inexplicable

El francés regresa como líder del Atlético al Camp Nou, donde lo recuerdan como un fichaje ruinoso en lo deportivo y lo económico. Tras venderlo en octubre por 20 millones, Grizi vuela.

CHEMA DIAZDIARIO AS

Para Griezmann no es un partido más. El francés jugará en el Camp Nou por primera vez desde que regresó al Atleti en 2021 y llega en un momento de forma espectacular. Desde el punto de vista del Barça fue una operación ruinosa a todas luces, y ver cómo Grizi ahora vuela de rojiblanco hace que su recuerdo sea aún más inexplicable y doloroso para el club y la afición. El fichaje estrella de 2019, que salió por la puerta de atrás dos años después, vuelve como aspirante a mejor futbolista de LaLiga y su rendimiento se ha disparado, precisamente, desde que se desvinculó de los azulgrana.

El Barça, tras un intento previo en 2018, pagó 120 millones por el francés (más otros 15 después) y la cosa no salió como se esperaba. “El primer año fue complicado. Era una nueva posición, un juego diferente al que me tenía que acostumbrar. Pero en el segundo me sentía yo mismo, me encontraba bien y disfrutaba en el campo”, recuerda Griezmann en una entrevista para DAZN. Nunca terminó de encajar ni tampoco de olvidar lo que había dejado atrás en Madrid.

Griezmann, con el Barcelona.GABRIEL BOUYSAFP

Su decepcionante rendimiento —aunque con 34 goles en dos temporadas— posibilitó el retorno al Atlético en una operación exprés y al límite y eso complicó aún más la situación del jugador: villano en el Camp Nou... y en el Metropolitano. Su rentrée en la casa rojiblanca estuvo envuelta en sonoros pitos de la hinchada. “Cuando llegué supe que tenía que hacerme pequeño por lo que había hecho a la afición. Todo el esfuerzo me está dando resultado. Yo disfruto en el campo, con la gente que viene al estadio… y se nota”, reconoció tras su doblete al Almería.

De las dudas al estrellato

El primer año en el Atleti tampoco fue nada fácil: llegó a última hora, no tuvo encaje fácil, se lesionó, perdió el olfato goleador en una alarmante sequía... Todo eran dudas, pero aún hubo más. Griezmann vivió en esta 22-23 una situación inédita para terminar de rizar el rizo de este ida y vuelta. En las primeras semanas no entraba a los partidos antes del minuto 60, medida de presión del Atlético para rebajar los 40 millones de la compra. En octubre, por fin, pasó a ser rojiblanco a todos los efectos por 20 millones. Y Simeone, ya sí, le entregó las llaves del equipo. Antoine despegó, se exhibió en el Mundial y ahora es el alma de los rojiblancos en el campo. Y llega al Camp Nou con una versión que nunca disfrutaron allí. La metamorfosis inexplicable de Grizi.

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