Gorrotxategi comienza a forjar su historia

La épica no se narra, se vive en el paroxismo de un instante. Ayer, ese instante se congeló en el tiempo del descuento del derbi vasco, cuando el reloj se negaba a dar más de sí y la Real Sociedad pugnaba con el alma por unos tres puntos ante el Athletic que se antojaban vitales. Fue entonces cuando la figura de Jon Gorrotxategi (Eibar, 23 años) emergió para empujar un balón que llevaba impreso el deseo colectivo de toda una parroquia. El balón, besado por la fortuna y el ímpetu, se alojó en la red, y Anoeta, el templo realista, estalló en un clamor.

El gol de la victoria ante los rojiblancos no solo significó la conquista del derbi, sino el bautismo de Gorrotxategi como goleador en la élite. En su primera temporada con el primer equipo tras una satisfactoria cesión en el Mirandés la pasada campaña, el mediocentro ha regresado para llevar el peso de un dorsal ilustre, el ‘4’, portado en el pasado por jugadores como Illarramendi o el propio Martin Zubimendi.

Este inicio de curso no ha sido sencillo. El peso de la responsabilidad en la máxima categoría y las constantes, e ineludibles, comparaciones con el hoy futbolista del Arsenal, parecieron atenazarle en los albores de LaLiga. Sin embargo, su evolución es palpable. Sobre el césped, Gorrotxategi es ya un director de orquesta. Con el balón, sin él, y en el sacrificio. Ayer demostró una templanza y una calidad sobradas, distribuyendo el juego con criterio, organizando con señorío e imponiéndose en cada disputa. Su labor sobre Oihan Sancet, al que persiguió e impidió girar, amargándole la tarde, fue un máster táctico. Además ofreció siempre vías de salida, aprovechando el 3x2 en campo propio.

Su gol es el premio a la fe inquebrantable de un futbolista que ya demostró su implicación al renovar con la Real hasta 2030 el pasado mes de octubre, un gesto de compromiso con el proyecto en un momento delicado para el equipo. Es el mismo jugador que se vio desolado tras la dura derrota en casa ante el Rayo y que ayer firmó la victoria más significativa de lo que va de curso, vital para escalar en la tabla y salir de la quema.

Desde la perspectiva de la memoria del club, Alberto ‘Bixio’ Gorriz, leyenda de la Real Sociedad, valora la gesta en declaraciones a diario AS: “Con el gol de Gorrotxategi me alegré muchísimo por la Real lo primero, por ganar los tres puntos, por todo lo que significa, por ganar un derbi que siempre es especial e importante, y también por él. Ha empezado bien, pero todo el mundo habla de comparaciones con Zubimendi, yo creo que es un jugador diferente”. El futbolista con más partidos en la historia de la Real (599) añade: “‘Gorrotxa’ nos puede dar muchísimo, está madurando, está creciendo día a día, cada vez más afianzado, cometerá errores seguro, pero ayer tuvo el premio de seguir insistiendo hasta el final, de creer, y marcar un golazo”.

“Su gol lo metimos todo el campo, las ganas de empujar el balón al fondo de la red, premio muy muy merecido, y va a venir muy bien para la moral de la Real. Me alegro mucho por Gorrotxategi y por Sergio Francisco”, según el irundarra.

La mochila del sucesor

Su entrenador, Sergio Francisco, sabe de la presión que conlleva su posición. Ayer, en rueda de prensa, puso el acento en la madurez del joven: “Gorrotxategi tiene una mochila encima que es reemplazar a Martín y eso genera una expectativa difícil de asumir; él la está llevando con normalidad, nos da ya muchas cosas. Su mentalidad le ayuda muchísimo a seguir creciendo y el gol de hoy le va a dar ese empuje para seguir”.

‘Gorrotxa’ nos puede dar muchísimo, está madurando, está creciendo día a día, y está cada vez más afianzado"

Alberto Górriz

Rubén Pardo, que en su momento sufrió las comparaciones con Xabi Alonso, ofreció ayer un consejo al joven eibartarra en una entrevista con Diario AS: “Ya se le está viendo al chaval que está cogiendo cada vez más galones, que se está encontrando cada vez más a gusto, y simplemente le diría que sea como es él, que disfrute, que al final le va a llegar todo porque tiene cualidades muy buenas".

Pardo, defensor de la personalidad propia, es tajante respecto a la comparación: “Desde mi punto de vista no ayuda a nada esa comparación constante. Por lo que viví yo, cada uno tiene su manera de jugar, su forma de entender el fútbol, y a mí en su día me pasó factura. Para Gorrotxategi mi consejo es que no escuche, que haga lo que él sabe hacer bien, y que siga su camino”.

Un gol con el alma

La emoción del propio Jon Gorrotxategi al concluir el encuentro, en declaraciones a la Cadena SER, mostró el sentimiento de un debutante goleador: “La he pegado con el alma viendo además el minuto, y creo que ha sido todo una felicidad increíble. Poco a poco voy cogiendo confianza. Es verdad que el equipo no está dando su mejor versión en este inicio de temporada, pero también pienso que en las últimas semanas algo ha cambiado. El equipo está mejor, está cogiendo mejores sensaciones, y estoy seguro que de aquí en adelante muchos vamos a dar nuestra mejor versión”.

Recupera, distribuye, lee el juego a la perfección, y ahora, marca. El gol de Gorrotxategi no es un punto de llegada, sino un punto de inflexión. Es el alma de un futbolista que, liberado de comparaciones y con la confianza de su cuerpo técnico y la afición, comienza a forjar su propia leyenda en el centro del campo de la Real Sociedad.

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