Giro con las renovaciones

La tensión que se puede presuponer en el Real Madrid al tener a varias piezas innegociables con su contrato en cuenta regresiva no es tal. Tras la ‘renovación’ de Karim Benzema (35 años) por una temporada más, hasta el 30 de junio de 2024, el Real Madrid ha comenzado su temporada de decisiones decisivas. Aunque quedan por delante tres partidos clave (la final de Copa ante Osasuna y el doble enfrentamiento ante el Manchester City en las semifinales de la Champions League), la entidad blanca ya planifica la plantilla de la temporada venidera y las primeras pinceladas toman cuerpo. Véanse la vuelta de Fran García para ocupar el lateral izquierdo y la citada extensión de Karim.

Las siguientes renovaciones a abordar serán las de Kroos (33) y Modric (37). El 30 de junio, sus vinculaciones con el club blanco expiran, pero hay calma internamente. Aunque a priori no había, ni hay, prisa por sellarlas con la temporada en su tramo decisivo, todo se ha acelerado. Las dos extensiones, que ligarían el futuro de la pareja hasta el 30 de junio de 2024, están avanzadas. Más la primera que la segunda, eso sí. Y es que, la del alemán está ya apalabrada. “Había confianza absoluta de ambas partes. El club sabía desde el principio que no iba a hacer ninguna tontería. Teóricamente, puedo fichar por otro equipo desde el 1 de enero, pero ni empezamos con esta tontería (...). Lo más probable es que siga por un tiempo”, declaró Toni tras ganar al Chelsea (0-2). Cristalino.

De manera que la continuidad de Kroos y Benzema es un hecho cuyo broche, la firma y posterior oficialidad, no verá la luz, eso sí, hasta que la temporada finalice. Con el billete a semifinales de la Champions ya en el bolsillo, y clasificado para la final de Copa contra Osasuna (6 de mayo), desde el club, aunque ya se hayan dado pasos decisivos para completar las operaciones, se huye de distracciones. Primero el terreno de juego. Después, los despachos. De modo que, en el mejor de los casos, el límite es el 10 de junio, la final de la máxima competición continental en Estambul.

La comunicación entre las partes -también con Modric- ha sido fluida en todo momento. Nunca se ha dudado del nivel de Benzema y siempre se etiquetaron sus problemas del inicio como algo puntual. Mientras que en el caso de Kroos, ya se le puso sobre la mesa la renovación el curso pasado y fue él quien aplazó la decisión. ¿Por qué? Muy fácil. El de Greifswald no quería ser uno más. Si se veía aportando a su nivel, seguiría. Así ha sido y, con el tramo final en el horizonte, tanto el 8 como el 9 están a un nivel físico y de confianza estupendo.

Factor Croacia

Al igual que Modric, aunque en su caso hay un factor, como ha informado este periódico, que hace que su extensión vaya un poco a la zaga. Al Madrid le gustaría que el de Zadar diera un paso al lado internacionalmente. Dejar de jugar con Croacia para centrar sus esfuerzos, a sus 37 años, sólo en el club blanco. Mismo contexto en el que ya se mueven Benzema y Kroos, ambos retirados de sus selecciones. En resumen, la continuidad de Modric, aunque no tan avanzada, está bien encaminada. Todo ello, con el ofertón llegado desde Arabia sobrevolando su horizonte. En el Madrid no se duda del Balón de Oro 2018, pero hay que sentarse a negociar. Algo que aún no se ha producido.

Nacho debe elegir

El otro veterano con su futuro en el aire vive una situación diferente. Nacho (33 años), después de toda su vida en el Madrid, debe decidir. En el club blanco, cuando el futbolista pasa de la treintena, las renovaciones se ofrecen de año a año. Sin excepciones. Véase el ‘caso Ramos’. Desde la entidad colocan su continuidad en su tejado. Desde el extranjero le han hecho llegar propuestas al defensa que le aseguran mismo salario, mayor duración de contrato (dos o tres años) y, factor importante, más minutos. Esa es la encrucijada de Nacho. Debe elegir.

Los condicionantes de Asensio y Ceballos

Aunque no solo Benzema, Kroos, Modric y Nacho tienen su futuro en el aire. Marco Asensio (27 años), Dani Ceballos (26) y Mariano (29) también terminan contrato y, mientras que el hispanodominicano es un caso claro (se marchará el 30 de junio), el mallorquín y el utrerano dependen de otros factores. Tanto Asensio como Ceballos quieren continuar. El extremo, tras los titubeos estivales, no tiene dudas y pretende renovar, como ya informó AS. Mientras que el centrocampista prioriza al Madrid por encima de cualquier otra propuesta. El problema es que, ni en un caso ni en otro llega la llamada blanca que ellos desean.

Y es que, si en el caso de los pesos pesados se ha encarrilado todo antes de que la temporada termine, con la pareja de internacionales españoles se ha optado por una táctica más contemplativa y dependiente de otros condicionantes. Por un lado está Bellingham, cuyo fichaje, si el Madrid consigue convencerle, dejaría sin hueco a Ceballos. Por otro, los resultados. Si hay doblete, Decimoquinta mediante, mantener el bloque será una opción más plausible. En cambio, si la temporada terminase en blanco, la revolución gana peso. En el segundo escenario, la continuidad de Asensio y Ceballos en conjunto sería más complicada...