BARCELONA

General Iñigo Martínez

El central del Barcelona ya se ha convertido en el líder de la defensa aupado por su alto nivel de juego y por la confianza de Flick y sus compañeros

Marko DjuricaREUTERS

Iñigo Martínez llegó al Barcelona sin hacer demasiado ruido, quizá porque lo hizo sin que el club azulgrana pagara traspaso alguno al Athletic, donde sí que acabaron un poco molestos con el futbolista al entender que no quiso aceptar ninguna de las propuestas de renovación que le hicieron. Ofertas, en cambio, que Iñigo siempre ha negado que existieran. Su fichaje fue una petición expresa de Xavi Hernández, que vio en él una gran oportunidad de mercado para hacerse con un defensa sólido, con buena salida del balón y personalidad.

Su primer año estuvo plagado de problemas. Llegó lesionado (fascitis plantar) y solo pudo ser inscrito por una temporada pese a firmar por dos. Los problemas físicos lo atormentaron durante todo el curso y eso afectó a su juego. Central constante en toda su carrera, pasó a ser irregular y a alternar titularidades con suplencias.

Al no estar inscrito para este curso 2024/25, su nombre apareció en una posible lista de bajas pero tan solo llegar al club, Hansi Flick frenó un hipotético adiós. No solo impidió su marcha sino que le dijo que lo quería ver como el líder de su defensa. Iñigo Martínez jamás ha rehusado un papel de liderazgo, más bien al contrario, pero para que cuaje hay que tener regularidad y rendir bien en el césped.

Y con Flick ha logrado las dos cosas. Lo está jugando prácticamente todo en la Liga y la Champions. Solo fue suplente ante Osasuna el día de las grandes rotaciones y hasta el momento la única derrota liguera de los azulgrana. Iñigo Martínez se siente cómodo con el sistema de juego arriesgado que plantea Flick. Después de cada fuera de juego señalado al rival se le puede ver celebrándolo. El entrenador alemán le ha concedido galones para que sea el líder y que marque la línea a sus compañeros de retaguardia y empuje al equipo hacia arriba. A Koundé y Cubarsí ya los tiene completamente aleccionados; a Balde y Gerard Martín todavía debe soltarles una ‘bronca’ de vez en cuando.

En tareas de construcción también sobresale. Muchos de sus pases rompen líneas y sus cambios de juego son un bálsamo para el equipo y una pesadilla para los rivales. Lidera la clasificación de jugador con más pases en toda la competición liguera con 982 (Cubarsí es el segundo con 902) y lo que es más importante es que tiene un acierto del 95 por ciento en campo propio y del 89% en campo contrario. Ya en aspectos más puramente defensivos, recupera una media de 3,5 balones por partido y gana un 70 por ciento de los duelos individuales.

Ante el Estrella Roja logró su segundo gol de la temporada. El primero lo marcó también en la Champions, ante Young Boys. Su gran partido le valió el MVP. “No estoy acostumbrado a estas cosas, el trabajo es de todo el equipo”, afirmó, como si quisiera quitarse méritos. Pero no debería. El Barcelona de Flick que está rompiendo récords goleadores, en parte lo hace gracias a su buen trabajo defensivo, y el líder en esa faceta tiene nombre y apellido. Y galones: General Iñigo Martínez.

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