BARCELONA

Gavi y el problema de las tarjetas

El andaluz ya ha visto seis amarillas en diez partidos esta temporada (0,6 de media), doblando el promedio que tenía la temporada pasada, en la que vio 15 en 49 partidos.

PATRICIA DE MELO MOREIRAAFP

Con las dos tarjetas amarillas que vio en Do Dragão este miércoles, Gavi ya suma seis esta temporada en diez partidos oficiales. La media, muy alta para la posición que ocupa en el campo (0,6) dobla, de momento, la del pasado curso, en el que vio 15 cartulinas amarillas (sin expulsiones) en 49 partidos, a una media de 0,3 por partido.

Nadie puede quitarle al fútbol de Gavi ese punto de fogosidad e intensidad que le mete a su juego en los partidos. Forma parte de su ADN como jugador y, si jugase permanentemente cohibido, no sería él y no podría verse su mejor versión. Iría en perjuicio del equipo. Sin embargo, es posible que el andaluz pueda ahorrarse alguna de sus faltas tácticas o, al menos, la manera de cometerlas. Frente a otros jugadores maestros en el arte de hacer faltas sin que casi se vea (Busquets, sin ir más lejos, era un maestro en eso), las de Gavi son en ocasiones demasiado alevosas; y eso invita a los árbitros, que también le tienen tomada la matrícula a atreverse más para amonestarle.

El caso es que tanto en el Barça como en la Selección, Gavi ha recibido consejos para intentar evitar escenarios como el de Oporto, que le van a privar de jugar el próximo partido ante el Shakhtar pero que, sobre todo, le dejan con dos tarjetas acumuladas, de nuevo al borde de la suspensión. Tal vez en la quinta jornada contra el Oporto, si el Barça ha cerrado su clasificación, pueda plantearse limpiarse de tarjetas con vistas a los octavos. Pero más allá de eso, puede ser un buen aprendizaje con vistas a los partidos de cruces. La temporada pasada, Gavi ya se perdió un partido decisivo, el de vuelta en Manchester en el playoff de acceso a octavos de la Europa League, al ver la tercera amarilla en la ida en el Camp Nou. Antes, las había visto contra el Inter de Milán en el Giuseppe Meazza; y contra el Viktoria Plzen, a todas luces evitable porque fue en la última jornada de la fase de grupos, en la que el Barça no se jugaba nada.

En pleno proceso de aprendizaje como jugador, como él mismo explicaba recientemente en una entrevista concedida a La Vanguardia, Gavi deberá tratar con seriedad este altísimo promedio de amarillas por partidos con el que ha empezado la temporada.

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