Barcelona

Flick, Navidad en el despacho

Pese a mantener la confianza de la directiva, el alemán acaba tocado el año y con la obligación de virar 180 grados la dirección de un equipo que empieza a ver lejos la Liga.

Enric FontcubertaEFE

“Bon Nadal”, se despidió educadamente Hansi Flick de los periodistas el sábado a ultimísima hora en la sala de prensa del Estadi Olímpic Lluís Companys. El alemán, que al contrario que el día del Leganés decidió dar la cara en lugar de mandar a Marcus Sorg, no perdió la compostura. Sin embargo, se le notaba en el ánimo que era un entrenador tocado. Por primera vez desde 1965, el Barça ha perdido tres partidos seguidos de Liga como local. Un dato devastador, que corona el camino errático del Barça en los dos últimos meses. El famoso “shit november”, como bautizó el alemán, ha tenido continuidad en diciembre. El Barça sólo ha ganado en Palma, ha malgastado la renta que había amasado hasta el Clásico y ahora viaja a tres puntos del líder, el Atlético, que además tiene un partido menos.

Al fallo multiorgánico de los partidos contra Celta, Las Palmas, Betis o Leganés, con falta de energía, menor efectividad, errores en la defensa en línea y extraños cambios, el Barça añadió la falta de experiencia contra el Atlético. La vieja ley del fútbol dice que si no puedes ganar un partido, al menos no lo pierdas. Más si, como en este caso, es ante un rival directo. Los tres puntos que dejó de ganar el Barça se los llevó el Atlético. Un torpedo en la línea de flotación azulgrana. El Barça intervino 41 veces en el área rival; el Atlético apenas seis. Y en la famosa estadística de “expected goals”, el Barça sumó 2,53 por 0,63 de su rival. Pero el partido terminó 1-2.

A Flick le toca meterse en el despacho en Navidad y recuperar las constantes vitales (también el mejor estado de jugadores como Olmo o Lewandowski) de un equipo que el sábado demostró que tiene vida, pero que no está encontrando los resultados que brotaban a principios de temporada, cuando resultó imparable. Entonces, su efectividad era máxima. Liquidaba los partidos por la vía rápida (Valladolid, Alavés, Girona) o arrasaba en las segundas partes, ayudado por un estado físico exuberante que le permitió superar a Valencia, Athletic, Rayo, Villarreal o Real Madrid. Dijo Laporta el pasado martes que, para él, era como si empezase la Liga, pero va a ser difícil que el Barça olvide toda la renta que ha malgastado por el camino.

A partir de enero, además, Flick sí empezará a ser mirado con lupa: ya sí habrá títulos en juego. Para empezar, no puede fallar en Barbastro. Y la Supercopa de España, que se jugará en Yeda, toma una dimensión que hace un par de meses no hubiera tenido. El Barça está obligado a ganar crédito pronto. Para colmo, arrancará el año sin Lamine. Con él sobre el terreno de juego, el Barça ha marcado 45 goles en 1.255 minutos de juego. Sin él, apenas ha marcado seis en 450′. La temporada se pone cuesta arriba en Can Barça. El proyecto de Flick ya presenta grietas

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