Fermín López, una estrella nace en Texas

Tal vez Texas, ‘The Lone Star State’ (estado de la estrella solitaria) viese este sábado el nacimiento de una estrella. La aparición de Fermín López (5-5-2003, El Campillo, Huelva) en el Clásico resultó impactante. En apenas un cuarto de hora en el campo, la ‘rompió’. Marcó de un tirazo espectacular con la zurda después de conducir con la izquierda y dio una asistencia preciosa a Ferran en la acción del 3-0.

Había runrún con Fermín López en Estados Unidos. “Me ha sorprendido” dijo Pedri en el Memorial Coliseum de Los Ángeles cuando le preguntaron por este andaluz, un anónimo que la pasada temporada, mitad por la falta de minutos mitad por nostalgia de su patria chica, Andalucía, salió cedido al Linares y explotó en la segunda parte de la temporada: marcó once goles y participó en trece en los últimos 19 partidos. Xavi lo subió en un entrenamiento, pero el club le comunicó que salía cedido. Pero el de Terrassa debió quedarse con algo porque lo llamó para entrenarse con los grandes cuando empezó esta pretemporada. Y decidió llevárselo a la gira. “Es un futbolista que me gusta. Tiene llegada, último pase, tiro, juega con las dos piernas y lo ve. Es un talento y tiene ganas. Y cuando veo eso en un entrenamiento, y me está gustando lo que veo, pues le doy minutos”, dijo el técnico después del Clásico reivindicando, además, que está dispuesto a poner jugadores de la casa si dan el nivel.

Como Pedri, Fermín es un culé de base. Su tío lo introdujo en el Barça y creció en El Campillo (Huelva) admirando a Messi e Iniesta. Cada Barça-Madrid, de hecho, era un Clásico familiar. Su hermano Juan Antonio es madridista, pero a él siempre le tiró el azulgrana y por eso apostó por su sueño y, después de pasar por las canteras del Recreativo y del Betis, se fue a Barcelona avalado por Pep Boada, entonces responsable del área de captación del club azulgrana.

La distancia se hizo difícil. Aunque su familia no tuvo problema en cruzarse el mapa de España con el coche para ver al hijo, Fermín explotó en Linares. Allí también terminó de llegar el cambio físico. Se hizo más fuerte, más potente, y eso le permitió exteriorizar mucho más la calidad que lleva dentro. Representado por Stellar, su anfitrión en el vestuario ha sido Gavi, que le ha protegido en sus primeros días en este club gigantesco. El chico se ha ido soltando y, amparado por un vestuario joven, se sintió con fuerzas para disparar con “el alma” y saltar a los informativos con un golazo que le pone en el mapa del fútbol. Su hermano Juan Antonio aseguró que, aunque él era madridista, se tiraría el campo si su hermano le marcaba un gol al Madrid. Habría que preguntarle este domingo donde estaba el día que su hermano Fermín, tal vez, se convirtió en una estrella en Texas.