Fede Viñas perdona y Osasuna se estrena fuera con un empate

En un duelo dominado por el miedo y por los errores de los atacantes locales, en una cita con más que perder que ganar, el empate parecía un destino más que probable. Y aunque buscó romperlo con más insistencia el equipo de Carrión, no pudo acertar ante Herrera, candado de un 0-0 que mantiene al Oviedo abajo y le permite al menos a Osasuna estrenar su cuenta lejos de Pamplona.

Mientras que Carrión quiso darle continuidad a lo visto en Girona, con la única novedad –obligada– de Reina en el puesto del lesionado Ovie, Lisci montó una defensa de cuatro y forró el ataque con Raúl como compañero de Budimir. Con Víctor tirado a la banda, parecía una invitación al juego directo.

Pero le costó a los rojillos poner su plan en práctica de primeras, porque el Oviedo entró enchufado, tratando de olvidar con intensidad el fracaso copero. Chaira gozó de una clarísima a los dos minutos tras un gran envío de Colombatto. Pero Herrera, tapando todos los huecos, evitó el perdón rápido del Tartiere. Probó después Rondón con una definición desajustada y tras un golpe de Vidal con asistencia y su consiguiente parón, todo se fue igualando.

Empezó a encontrar Osasuna una vía para aliviar sus problemas, con Bretones y Víctor combinando en la izquierda y acelerando hacia el área carbayona. Fue la forma más directa de empezar a visitar a Aarón, que primero detuvo un remate de Raúl centrado y después repelió con una mano prodigiosa un remate a centro de Rubén García que llevaba destino a la red.

Pareció asustado el Oviedo con los intentos visitantes, y decidió el equipo de Carrión no arriesgar lo mínimo, con juego directo sobre un solitario Rondón en cuanto el camino se embarraba. Solo Chaira trató de salir del ritmo anodino del final de la primera mitad con un disparo lejano que se fue alto.

Daba la sensación de que a ambos les habían pesado los miedos, pero que se guardaban una marcha más que podía dinamitar el partido. Porque la situación clasificatoria también les pesa a los defensas y el error podría llegar en cualquier momento.

Insistió mucho más el Oviedo tras el descanso en encontrar esa vía al gol, pero la falta de acierto fue alarmante por momentos. En especial en un Viñas que completó un partido de aciertos lejos del área y de enredos en posiciones de definición. Como el control de más que le evitó definir ante Herrera en una rápida contra azul. O peor, la que marró a los 69 en posición inmejorable tras servicio de Javi López.

Los dos entrenadores tiraron de sus dieces, Hassan y Aimar Oroz –de vuelta este– en los últimos 20 minutos, con el choque moviéndose en el alambre. Quitar a Chaira apagó el intento azul y Lisci respondió armando una defensa de cinco para no soltar el empate, así que el punto fue el camino imposible de sortear para ambos. Un resultado que deja más satisfecho a Lisci que a un Carrión que aún no sabe lo que es ganar con el Oviedo.

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