Expectación en la vuelta al trabajo del Pucela

El Real Valladolid tuvo este jueves su primera toma de contacto con el césped en una calurosa mañana, en la que el trabajo físico, enfocado hacia un inicio paulatino de las actividades, fue el protagonista a ojos del público, antes de continuar en el gimnasio. Paulo Pezzolano dirigió la primera sesión con una única cara nueva, la de Eray Cömert, anunciado horas antes, aunque con unas cuantas novedades más, la de los cedidos retornados; fundamentalmente, Kike Pérez y Selim Amallah.

Como suele ser habitual en épocas estivales, y más en los primeros entrenamientos, hubo unos cuantos curiosos y muchos niños, compañeros de espera y de peticiones de autógrafos y fotos de los habituales en Los Anexos y en desplazamientos. Como si del primer día de colegio se tratase, se preguntaban todos dónde estaba este o aquel, siendo Anuar y Marcos André, que se quedaron de primeras dentro del gimnasio con un plan individualizado, por quienes más lo hacían, por mor de su ausencia temporal.

Una vez en el campo, seguían las cuestiones, como “quién es ese chico de las rastas”, un Víctor Rofino que sorprendió con su peinado y que ha vuelto tras su cesión en el Real Murcia. Como él, de los filiales, retorna Maroto, que, como Anuar y Marcos André, salió más tarde al campo a hacer carrera continua. En el campo de al lado del dirigido por Pezzolano, con Fran Albert, trabajaron los demás chicos de la cantera, con un plan de cargas específico para adaptarse al que han seguido los del primer plantel.

Koke, Raúl Chasco, Adrián Verde, Chuki, Tunde, Arnu y el colombiano Juan David Bonilla, recién incorporado, estuvieron en esos ejercicios con el siempre Albert y con Dani Rabadán (preparador físico del Promesas), mientras Ricardo Pereira dirigía la actividad de los porteros con la intensidad que le caracteriza, entrenando a André Ferreira, Arnau Rafús y Álvaro Aceves, que mostraba su alegría por estar de vuelta al final de la sesión, mientras enfilaba los vestuarios. Aunque parece llamado a salir, el canterano tratará de ganarse un sitio durante las próximas semanas.

El buen ambiente reinante se vio también en las charlas producidas en paralelo, también entre directivos como David Espinar, Matt Fenaert, Domingo Catoira o Bruno Mazziotti, que acompañaron al equipo bajo el sol. A Mazziotti y a Catoira se les pudo ver, asimismo, departiendo con Pezzolano, que bromeaba más tarde con los periodos vacacionales de algún presente e invitaba a combatir la temperatura en la playa de Las Moreras. Parecía, con todo, como si efectivamente el día fuera el primero ‘de cole’, aunque no es este cuerpo técnico dado a la dispersión: después de una sesión corta, a lo largo del día el ejercicio sigue en las tripas del José Zorrilla.

Antes de que la afición abandonase el entorno del estadio, jugadores como Amallah, la gran esperanza que vuelve tras su cesión en Valencia, o, sobre todo, Raúl Moro, estuvieron entre los más aclamados. Esos hinchas aguardaron, incluso, a que terminara, alrededor de una hora más tarde, el ‘segundo turno’ de trabajo, el de aquellos que entrenaban con planes personalizados, que acompañó Paulo Pezzolano, atento al final con cuantos le pedían pararse. Por contra, no estuvieron junto a él Amath, Kennedy, Machis y Biuk, todavía ausentes.

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